Podemos llorar por horas sobre lo injusto o acertada que fue la crítica especializada con "Rock-A-Doddle", pero hay hechos que son ciertos: la película del gallo cantor llevó a estudios "Sullivan Bluth" a la quiebra, justo en el momento en que Disney renacía tras veinte años de basura con "La Sirenita", Aladdin, La Bella y la Bestia y El Rey León. ¡Pero Don Bluth no estaba dispuesto a dejarse vencer ante el ratón corporativista! Desesperado, firmó un trato con 20th Century Fox, quien produciría todas sus películas hasta Titan A.E., y el resultado de este pacto con el demonio fue "Thumbelina"... No exactamente la resurrección desde las cenizas que estábamos esperando, ¿cierto?
UN MUNDO IDEAAAAAAAAL... digo... THUMBELINAAAAAAAAAAA (8)
Título Original: Thumbelina
Título Latino: Pulgarcita
Año: 1994
Director: Don Bluth, Gary Goldman
Un poco de historia: un año exactamente después del estreno de la última gran magna opus de Don Bluth, La Tierra Antes del Tiempo (Todos los Perros se van al Cielo es buena, pero no una obra maestra), Disney renacía con todo su esplendor con La Sirenita. Este fue un golpe duro para estudios Bluth, quienes por siete años habían sido los suplentes de Mickey y sus amigos. Cuando el fracaso de Rock-A-Doddle llevó a la quiebra a Bluth, Disney ya arrastraba Oscars con La Bella y la Bestia. Bluth entonces decidió que había que contratacar... De una forma un poco demasiado evidente, casi como un grito desesperado del animador por decir "aún estoy aquí".
Verán, Thumbelina es técnicamente una respuesta directa a La Sirenita, que como hemos dicho, es la que hizo volver a Disney. Es lógico que la película "espejo" fuera la que renacería a Bluth, ¿no? Quizás se están preguntando a que me refiero con "respuesta directa" y "espejo". Bueno, tanto Thumbelina y La Sirenita son cintas inspiradas en cuentos de Hans Christian Andersen sobre una protagonista mitológica con limitaciones físicas que sueña con un amor imposible... Dirán que estoy rebuscando demasiado, pero tanto Ariel como Pulgarcita fueron interpretadas por la misma actriz, Jodi Benson, aunque claramente el esfuerzo por no poner una voz chillona que destruyera tus tímpanos se fueron a la historia de la sirena que casi condenó a un imperio submarino por una calentura momentánea.
El problema es que, claro... Thumbelina salió en 1994, el mismo año que El Rey León. La Sirenita ya no era tema para nadie, y gracias a dios, ya todos los papás estaban respirando de Bajo el Mar y empezando a sufrir con Hakunah Matata (¿qué? ¿Pensaban qué solo sucedió con Let It Go? Oh, no, Disney ha tenido una tradición en temas que los papás no soportan). Así que, el resultado es que estratégicamente, Pulgarcita no fue precisamente un acierto.
Me gustaría tener una explicación... pero no. No la tengo.
Pero el fracaso de Thumbelina no se explica solo por un factor estratégico... Sino porque derechamente es una película insoportable. La trama es simple: una campesina desea en su soltería absoluta tener un hija y como el Espíritu Santo no estaba disponible, obtiene una pequeña hija que nace con ropa desde una flor, del tamaño de un pulgar, por lo que decide llamarla Pulgarcita. La niña es feliz y canta con los animales, pero no ignora que su pequeña estatura le impedirá conseguir un príncipe azul... ¡Pero justo mientras se lamentaba por esto, un príncipe de las hadas pasaba por afuera!
En cinco minutos ambos están enamorados, tras grotescamente plagiar "Un Mundo Ideal" de Aladdin y ambos se prometen casarse... Pero está es una película de Don Bluth y nadie puede ser feliz hasta los últimos 30 segundos de película, así que Pulgarcita es secuestrada por unas ranas. Es así como comienza la magna aventura de la pequeña adolescente que consiste en ser secuestrada una y otra vez durante la película por diferentes insectos y alimañas que quieren casarse con ella, mientras el príncipe de las hadas monta una abeja mágica en su búsqueda...
Momento... ¿Abejas? ¿Múltiples propuestas de matrimonio? ¿Protagonista secuestrada al menos 3 veces para casarse? ¡ESTO ES JUPITER ASCENDING!
Ok, ¡ahí es derechamente Ariel mal dibujada, no me vengan con idioteces!
Esta película es un claro intento de retornar a la ingenuidad y simpleza de las historias clásicas de Disney, estilo Blancanieves o La Bella Durmiente, con una protagonista cuyo arco argumental es "estoy enamorada, bububu" de un cretino que derechamente entró como un acosador a su casa, pero este es el asunto: esas películas funcionaban dentro de una época histórica determinada. Perdonamos su ingenuidad y ligereza porque salieron en los 30 y 40, y aún así a ratos nos burlamos de ellas haciendo parodias como Encantada o Into The Woods. Reintentar la fórmula en 1990 sin hacer ninguna innovación es un desastre.
De hecho, Don Bluth nunca fue un genio por imitar a Disney, sino por recapturar la magia que el estudio había perdido durante los setenta-ochenta, y dejando de lado aquello que estábamos haciendo mal. Esta película, en cambio, son varios saltos en la dirección equivocada, porque no es original ni innovadora como las anteriores del director. ¿Dónde está la oscuridad, los temás profundos, las reflexiones de la vida, los temas cósmicos de la trascendencia? ¡Incluso Rock-A-Doddle tenía imágenes atrevidas! ¡Esta es una película hecha para niños de 2 años!
¡Y CON SUERTE! ¡PORQUE ESTOY SEGURO QUE SIENDO NIÑO, ESTA PELÍCULA ME ABURRIÓ COMO OSTRA! Que una película sea para niños no significa que tenga que ser para idiotas. Los chistes son pésimos, las canciones son para pegarse un tiro en la cabeza; los personajes son insoportables, especialmente un ave francesa (que es francesa because FUCK YOU) que aparece cada 2 minutos para decir "nada es imposible Thumbelina". NO, ¡EN SERIO! ¡CADA DOS FUCKING MINUTOS! ¡Y LUEGO DEJA A THUMBELINA TIRADA EN SU MISERIA!
Spoiler
Pero por lejos lo peor de lo peor son los personajes principales, tanto en su arte como en profundidad. Algo que no habíamos pensado hasta hoy es que Don Bluth solo había hecho películas con animales, salvo por la niña de "Todos los Perros se van al Cielo" sobre la cual ya había algo extraño, como si fuera una suerte de muñeca gigante... Es en Thumbelina donde nos damos cuenta que Don Bluth y sus camaradas no saben dibujar humanos... y tampoco saben escribirlos. ¡Esto son los personajes más vacios creados por Bluth en toda su historia! Thumbelina no hace nada... NADA durante toda la maldita película, solo lamentarse que su novio con quien compartió 30 segundos de pantalla no la encuentra y ser secuestrada de nuevo. Y cantar. Y CANTAR. De hecho, ¿porque demonios todos quieren casarse con ella? ¿No es un tanto perturbador las implicancias de que una cigarra o un sapo se casen con una adolescente?
Y ni me comiencen con el protagonista, cuyo mayor logró es "Morir" congelado a la mitad de la película y desaparecer por media hora para dar un beso de quinceañero a su futura esposa.
Y ni me comiencen con el protagonista, cuyo mayor logró es "Morir" congelado a la mitad de la película y desaparecer por media hora para dar un beso de quinceañero a su futura esposa.
Podría extenderme por horas sobre la cantidad de Facepalm que tuve en esta película, particularmente en el clímax donde a Pulgarcita le salen alas cósmicas porque Don Bluth tiene esa costumbre de que cosas cósmicas pasen porque sí, pero creo que el punto está claro: esto es un desastre. Al menos con Rock-A-Doddle se pasaba bien, había humor y aventura... esto es un simple fracaso en replicar la fórmula de Disney y al mismo tiempo responder a La Sirenita... You can't do both. El único factor redimible son los escenarios dibujados a mano, ¡excelentes!... Todo lo demás no se lo desearía ni a mi primo de 6 meses para que babee sobre la pantalla. Un 3/10.
Atentamente,
Farfaramir, el viejo amargado
Posdata: Hay una canción que se llama "Marry the Moll". Es posiblemente la peor canción jamás escrita en la historia de la humanidad.
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