¡Buenas Noches Alcahuetes y Cabronas! Apuesto a que se están preguntando por que aparezco oportunamente a comentar esta película ¿Acaso en un repentino ataque de madurez decidí dejarle la animación oriental a los frikis, otakus y depravados sexuales? Por ahora no -el Moe es más fuerte-. La razón es simple, es un gran año con buenas y muchas películas por lo que soy casi como la caballería de los Rohirrim liderada por Ignis el Blanco.
Título Original: The Book Thief
Año: 2013
Director: Brian Percival
La película transcurre entre 1921 a 1945. Periodo de tiempo bastantemente conocido gracias a las miles de producciones sobre la segunda guerra mundial (WWII) como Band of Brothers y los cientos de especiales del History Channel -en serio, después de lo Ovnis, evidentemente la WWII era el tema más frecuente de ese canal-. El que no esté familiarizado con este periodo debería considerar seriamente en buscar trabajo como pisapapeles, porque no se me ocurre otra profesión que pudiese desempeñar con tantas neuronas fallidas y defectuosas -a tal punto, que por el bien de la especie humana espero que sea estéril-.Por ende, hoy existen miles de producciones cinematográficas relativas al holocausto judío y la campaña aliada en contra del Eje -el real Eje, no esa basura de Irak, Irán y Corea del Norte que de modo ridículo trato de vendernos Bush-.
En este género -por llamarlo de algún modo- hay lideres indiscutidos, por tanto ¿Que puede ofrecernos esta película que no nos haya dado la lista Schindler, El Pianista, La Vida Es Bella, Una Señal De Esperanza, El Juicio, entre otros magníficos ejemplos? Este es precisamente uno de los puntos fuertes de The Book Thief.
La película está centrada en Liesel Meminger, niña adoptada por una pareja de padres alemanes asentada en Múnich (Hans y Rosa Hubernman). Considero que uno de los temas centrales de la película es observar cómo evoluciona la relación de Liesel con el resto de los personajes en medio del drama humano que fue vivir bajo el tercer Reich, lo que viene a complicarse con la llegada de Max Vandenburg, un joven judío al que acogen por una deuda de sangre que Hans Hubernman contrajo con el padre de este durante la primera guerra mundial. Añadan que todo lo anterior es magníficamente narrado desde la perspectiva de la Parka, Shinigami, Puro hueso o mejor conocido como la muerte.
En resumen, es una película sobre gente sencilla tratando de vivir -lo que en ese periodo significo sobrevivir y disfrutar los pequeños momentos que escapaban de la locura del nacional socialismo-. ¿Qué novedad tiene esto? De inmediato pienso en la Vida es Bella –película prácticamente insuperable-. No se engañen, The Book Thief es distinta, es difícil describirlo. Un elemento importante son los libros. Los libros son el hilo conductor de la historia. De modo muy inteligente, los libros siempre son el foco del conflicto, del vértigo y del peligro -particularmente cuando los roba, lo que no es un spoiler por el título de la película-. Los libros también son esperanza. Una de las mejores escenas de la película es cuando Liesel cuenta el primer párrafo de The Invisible Man de H. G. Wells para calmar al resto en medio de uno de los frecuentes bombardeos a la ciudad:
En resumen, es una película sobre gente sencilla tratando de vivir -lo que en ese periodo significo sobrevivir y disfrutar los pequeños momentos que escapaban de la locura del nacional socialismo-. ¿Qué novedad tiene esto? De inmediato pienso en la Vida es Bella –película prácticamente insuperable-. No se engañen, The Book Thief es distinta, es difícil describirlo. Un elemento importante son los libros. Los libros son el hilo conductor de la historia. De modo muy inteligente, los libros siempre son el foco del conflicto, del vértigo y del peligro -particularmente cuando los roba, lo que no es un spoiler por el título de la película-. Los libros también son esperanza. Una de las mejores escenas de la película es cuando Liesel cuenta el primer párrafo de The Invisible Man de H. G. Wells para calmar al resto en medio de uno de los frecuentes bombardeos a la ciudad:
The stranger came early in February, one wintry day, through a biting wind and a driving snow, the last snowball of the year, over the down, walking as it seemed from Bramblehurst railway station, and carrying a Little black portmanteau in his thickly gloved hand (…).
La escena fue tan mágica que lo primero que hice fue buscar el libro en la biblioteca, y ahí estaba. Fue casi como si ese párrafo hubiese sido inmortalizado para siempre por la voz de Liesel que los leía con una voz tan especial, porque uno era capaz de sentir que significan los libros para Liesel. Lo anterior fue reforzado cuando Max explica el significado de las palabras para el judaísmo. Podría seguir toda la noche enumerando escenas, especialmente por la quema de libros que debe ser una de las mejores escenas de la película.
La película logra alcanzar impresionantes magnitudes de carga emocional. Liesel, Hans, Rosa, Max y Rudy Steiner son prácticamente reales. Cada uno de los actores conecto perfectamente con cada uno de sus papeles dándole vida a cada personaje. Incluso Rosa, que en un comienzo te hace creen que iba a ser un personaje plano con complejo de mala de cenicienta cuando PAM tiene un giro 180% que hace que sea uno de los mejores personajes de la película. Para que hablar de la bondad de Hans, la humildad de Max o la inocencia de Rudy –el vecino de Liesel, lo que le da dinamismo puesto que Rudy tiene sus propios conflictos al tener un estrecho lazo con el régimen nazi por su padre y el patrocinio que recibe del gobierno para que practique atletismo. Agradezco mucho como desarrollaron su relación dandole aire fresco sin caer en sentimentalismos baratos-. Los personajes son el punto más fuerte de esta película.
Si lo anterior no es suficiente para convencerlo de ver esta hermosa película, les mencionare otro detalle. John Williams, la banda sonora fue hecha por John Williams. Y me basta decirles con que hizo bien la pega como siempre.
Finalmente, la fotografía es impresionante. Es de esas películas en las que uno nota que cada escena fue armada con cuidado y cariño. Por ejemplo, cada toma del sótano tenía algo mágico. Si tuviese que escoger, la escena que de Liesel al lado de los restos de la hoguera de los libros quemados era suficiente para ganarse el Oscar a fotografía, sin embargo… ¡JEHOSHAPHAT! Ni siquiera una puta nominación le dieron estos cabrones de la academia. Si pudiera, les gritaría con mucho deprecio: machine men with machine minds and machine hearts!
En cuanto al final, vale la pena. Es muy impredecible, pero convincente. De este modo, desde el comienzo hasta el fin, esta película fue impecable.
Sin ser exagerado, esta película merecía más postulaciones que las que obtuvo (solo una por banda sonora), me gustaría creer que simplemente tuvo la mala suerte de estrenarse en un año con un muy buen nivel de películas, pero eso no es cierto. Esta película merecía nominaciones en fotografía, mejor actor de reparto y mejor película ¿De qué sirve inventar premios como mejor edición de sonido o mejor carrete de post producción si estos simios son incapaces de al menos pre seleccionar con estándares racionales? A este mundo le falta sentido común, algo que no puede comprarse ni con todos los efectos especiales que Hollywood pueda entregarnos.
Buenas noches.
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