lunes, 24 de marzo de 2014

300: El Nacimiento de un Imperio

Estimados Lectores:

Al tomarme un pequeño break de nuestra improvisada maratón en la filmografía de Will Smith, es necesario hacer algunas precisiones: si no te gusto la primera parte de 300, no hay ninguna razón si quiera remota por la cual deberías interesarte en esta película. Así que... ¡Largo, fuera de mi bar! (Vuelve mañana para un magno análisis a la saga de trascendencia cósmica social que es Bad Boys de Michael Bay). No es en mala onda: es que seriamente vas a sufrir. Mandado a los niños a la cama, ahora los adultos maduros podemos hablar sobre la lluvia de sangre en cámara lenta, las explosiones, las innecesarias escenas de sexo estilo God Of War, y todas esas demás cosas gloriosas que hacen de "300: Rise Of An Empire" una genialidad. ¿Comentamos? 

Burn

Título Original: "300: Rise Of An empire"
Año: 2014
Director: Noam Murro

Probablemente la mayoría de nosotros nos preguntamos al enterarnos que harían una "precuela-secuela" de 300, ¿de que demonios se va a tratar? ¿De las aventuras universitarias de Leonidas? ¿De como Xerxes se pasó al lado oscuro de la fuerza adquiriendo la voz de ultratumba de Michael Clarke Duncan? ¿Acaso sería la historia perdida del pobre sujeto que cae al agujero de Esparta? (De hecho, no podría asegurarlo, pero estoy casi seguro que tiene un breve cameo en esta como el mentor de Artemisia). Los trailers mostraban batallas navales donde quienes llevaban la batuta eran las mujeres, y admito no sin cierta vergüenza que pensé que el primer título que círculo en la red, "Rise Of Artemisia", hacía referencia a la esposa de Leonidas. Lo sé, ¡No se llama así, pero como querían que me acordara! Bueno, las respuestas llegaron apenas las luces se apagaron en el cine: estábamos ante una historia paralela, esta vez desde la perspectiva de los atenienses y persas, y como la batalla de Termópilas afecta al resultado de la guerra. 

En efecto, siendo narrada por muchas personas al mismo tiempo, "Rise Of An Empire" nos habla de Temístocles (Sullivan Stapleton), quien osó desafiar 10 años atrás al padre de Jerjes, Darius, lo cual desata de manera indirecta la gran invasión del dios rey. En efecto, tiempo después, un reformado Jerjes ha decidido invadir toda Grecia, de la mano de su segunda al mano y la verdadera artífice de la guerra, Artemisia (Eva Green); y mientras los 300 se baten por tierra, es el turno de los Atenienses y Temístocles batirse a duelo por mar con las fuerzas de la mujer capaz de manipular al rey de los persas.

There will be no dawn... For men...

Lo primero que noté en esta película es que, a pesar de ser una clara heredera de 300 (repitiendo incluso la misma estructura), es al mismo tiempo su propio producto independiente, con personajes que funciona por sí solos, un nuevo archi enemigo; expadiendo el mundo de 300, dando la impresión de que no solo nos encontramos ante pequeñas escaramuzas sino ante una guerra masiva. ¡Y eso es genial! Por supuesto, hay cientos de referencias a los hechos de 300, sucesos paralelos, personajes de la anterior que regresan, pero nuestra atención está en el enfrentamiento entre dos fuerzas opuestas: Temístocles y Artemisia. El primero quizás no tenga el carisma de Leonidas, pero cumple bien con su rol de protagonista. La segunda es un villano infinitamente más interesante que Jerjes: es una suerte de Cercei mezclada con Mortisia, como si a la mala de Dredd le hubieran dado muchas naves. Y petroleo ultra explosivo, por alguna razón.

En ese sentido, aunque la historia es una excusa para más escenas en cámara lenta y sangre estilo comic volando a raudales, funciona, y me alegra que sea así. Cuenta entre otras cosas con un par de secuencias explicando como Jerjes dejó de ser un niño llorón para convertirse en un calvo playboy... y les prometo, la escena de transformación es una de las cosas más gloriosamente ridículas que he visto en años, pero bueno, ¿no es en general todo 300 ridículo en un buen sentido? Y como ya venía anticipando, la formula conocida se repite: un grupo de pocos hombres debe enfrentar a un ejército ridículamente enorme, y gracias al ingenio y la intrepidez de los guerreros logran replegarlos, por lo que Artemisia debe enviar cada vez a tipos (y naves) más grandes; todo parece perdido, batalla final, ya saben, esas cosas que hicieron 300 tan gloriosa y que en su continuadora de alguna forma funcionan también. 

¡Eso, corramos sin armaduras, nuestros super pectorales pararan las flechas!

Pero basta de análisis inútiles de trama: ¡¿Hay suficiente SANGRE, SEXO Y ACCIÓN?! La respuesta es: tanto cuanto podría esperarse, y eso me dejo muy satisfecho. Todas las escenas están llenas de tormentas salidas de la nada, con olas gigantes que por alguna razón se quedan quietas para permitir el ataque persa, o tomas aéreas de mil millones de naves contra dos lanchitas pesqueras. Estoy muy seguro que las batalles navales no funcionan como esta película las plantea (a ratos parece un juego de autitos chocadores más batallas cuerpo a cuerpo), pero ¡hey! ¡Es épico y entretenido! ¿Esperaban algo más de 300? Admito, eso sí, que a ratos intenta mucho ser fiel al legado de la anterior sin lograrlo, con cámaras lentas en momentos nada que ver (hasta para leer la Revista del Domingo estos atenienses usan slow motion); y en otros instantes quizás faltó un poco más de locura y monstruos y naves gigantescas. Pero de nuevo, ese soy yo.

Si están leyendo esta review y pensando "que análisis más facilista", quizás tengan razón, pero seamos honestos: 300 y "Rise Of An Empire" están pensadas para un público que puede sentarse cómodamente en el cine y disfrutar de la lluvia de sangre. Y eso lo hacen como ningún otro. Yo la disfrute como un niño, de principio a fin, con todo lo ridícula que es a ratos. Si ustedes pueden, pues adelante: vayan al cine, la inversión lo vale. Sino, mejor evitenla, les prometo que la van a sufrir. Le doy un 8/10.

Atentamente
Farfaramir, Rise Of A Blogger

Posdatta: Sé que la actriz de Cercei es la villana de Dredd... 

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