Twelve Monkeys

Estimados Lectores:

Un asunto importante de tener en consideración al momento de escribir reviews de películas, es tratar de hacerlo cuando aún estén frescas en la retina. Un par de veces he cometido el desatino de escribir una review de una película que vi hace 15 años, y me puse a hablar de los maravillosos efectos especiales y ¡sácatelas!, resulto ser que faltaban los dinosaurios de peluche para que la película fuera más penca. Me pasó con Día de la Independencia, que antes de escribir la review estaba convencido de que eran los efectos más maravillosos del universo... Es la razón por la que reservé 12 Monos para el final del mes (sí, sí, sí, mitad de julio, no me reten), porque quería quitarme la horrorosa impresión que me dejó la película la primera vez que la vi. Quizás contribuyó el hecho de que la hubiera visto en latino, en la Red, con una ridícula voz anunciando la película... "DOCE... MONOS...". Díganme, ¿cómo podía tomármela en serio de ahí en adelante? Por ello, antes de ayer la vi de nuevo, y amigos, cuanto cambió mi parecer tras la segunda mirada. Esto es maestría a su mayor nivel, locura puesta en la pantalla explotando en una frenética odisea ciclica... Pero no nos adelantamos... Porque cinebasura les presenta a ustedes, ¡La review de 12 monos! ¿Comentamos?

Como si las Navidades de John McClain no podrían ponerse peores...

Título Latino: Doce Monos

Año: 1995

Director: Terry Gilliam

Twelve Monkeys quizás no sea un título muy atrayente para una película tan sublime, así que les desmitifico un poco el enredo: la película trata sobre James Cole (Bruce Willis), un reo que vive en un futuro donde la humanidad se ha visto obligada a refugiarse bajo tierra, a raíz de un virus que arrasó con toda la población del planeta. (Spoil... mentira. No sean llorones. ¿De que quieren que les hable si no es de que se trata la película, de la ausente cabellera del señor Willis?... Obvio que no les cuento algo que se las arruine, pero dejen de reclamar por estupideces). Encerrado en un carcel futurista, Cole es elegido por un grupo de científicos para ir a la superficie a una misión de reconocimiento. En una ciudad devastada, donde leones y osos recorren las ruinas cubiertas de nieve, Cole descubre un misterioso símbolo: el de los 12 monos. Convencidos de que esta podría ser la respuesta para descubrir como erradicar de una maldita vez el virus de la tierra, James Cole es envíado a 1996, a descubrir más sobre los 12 Monos, quienes supuestamente habrían liberado el virus en primer lugar. Pero cuando Cole aterriza por error en 1990, donde es considerado un demente y encerrado en un manicomio, se desata el caos.

El resto de la trama, sin entrar mucho a spoilers (...), se desenvuelve en una locura frenética donde Cole salta de tiempo en tiempo, interactuando con los mismos personajes en diferentes épocas. El papel más sublime lo desarrolla nada menos que un joven Brad Pitt, quien interpreta a Jeffrey Goines, un orate y algo hiperactivo lunático encerrado junto a Cole, y que podría estar, de algún modo insospechado, relacionado con los incidentes de 1996. Brad Pitt hace un rol enorme, en cada momento de la película en que hace una aparición, literalmente, se acapara la pantalla para él. Otro personaje digno de mención es la doctora Kathryn Raily, quien atiende a Cole en el manicomio. Es un personaje con una evolución interesantísima, muy similar a la relación Sancho Panza-Quijote con Bruce Willis, el escepticismo por un lado y la locura por el otro van graduándose hacia el final de la película, lo cual da espacio para una interacción entre ambos personajes que no puede ignorarse. Ni siquiera debería mencionar que Willis hace un pedazo de papel como Cole, quien poco a poco comienza a convencerse de que está loco, y que no hay viajes en el tiempo ni nada similar, mientras lidia con un misterioso recuerdo de su infancia...

¿Alguien más pensó en los monos  rojos de Toy Story?

Miren, creo que en su momento desprecie lo maestro de esta película porque no entendí nada de nada, pero ya maduro, puedo apreciarla en su totalidad sin caer en el infantilismo de quedarme con la pura mofa al título. Aunque parezca otra cosa, no es sencillo crear un futuro post apocalíptico creíble sin caer en clichés o volverlo todo en una basura que nadie se compra. 12 monos tiene una onda futurista ochentera, estilo Blade Runner o incluso espacios similares a las naves de Alien, aquel futuro húmedo y lleno de tuberías que hoy ha sido reemplazado por efectos computacionales exagerados y grises. Desde el diseño del mundo subterráneo, pasando por la ciudad cubierta de nieve, hasta las bizarras reuniones de científicos locos (porque están bien mal del mate para hacer la escena del musical...), todo se envuelve en un contexto poco esperanzador, a pesar de los innegables avances científicos del hombre... ¡Ese era el buen cine de ciencia ficción! El presente de la película, por cierto, no es menos retorcido que el futuro, basta mencionar que el asilo de orates, acompañado por el hecho de que Willis anda drogado casi toda esa escena, es realmente un infierno incomprensible y genial al mismo tiempo, donde la figura de Jeffrey Goines destaca a todo momento. Hay otros escenarios bien logrados, pero eso sería arruinarles la historia...

Lo mejor de la película es la manera como hechos incoherentes presentados de manera aleatoria durante la película cobran sentido (llamadas telefónicas, carteles, sueños, etc...), esos que en un principio los mirabas y decías "bah, puro que quieren hacer esta película más rara", pero ¡no! ¡Todo se muestra lógicoa medida que la película avanza! Puede comenzar como un montón de piezas dispersas por el tapete, pero a medida que el rompecabezas cobra forma, y los eventos del pasado, presente y futuro forman una gran unidad, entonces es cuando dices... wow. Que gran película. Ya nos hemos enfrentado en el pasado con viajes del tiempo en reviews, vimos como Terminator jugaba con una tesis que danzaba entre aquello que se puede cambiar y aquello que es inevitable, en Hombres de Negro III optábamos por una posibilidad por alterar libremente todo, mientras que en Twelve Monkeys, a medida que la película avanza, la opción resulta clara por un destino inevitable, donde cuando todo parece indicar que la marcha hacia un día del juicio aterrador puede evitarse, las pistas que nos dieron en un inicio cobran sentido, y es esa inteligencia para ir desenrollando poco a poco este destino siniestro y poco auspiciador para nuestra raza lo que logra finalmente convertir a Twelve Monkeys en un clásico. Es cierto que ocupa varios elementos de otras películas para lograrlo, pero se tomaron la molestia de mencionarlas en los créditos iniciales, o incluso poner trozos de estas películas durante el mismo film (para que estén atentos a esos detalles).

Así son mis solemnes de derecho. Hasta en la parte de los relojes... (?)

La banda sonora, repetitiva, es perfecta para trasmitir la locura que subyace bajo esta película. Una suerte de melodía francesa bailable, con un acordeón que aparece cada vez que estamos a punto de obtener una gran revelación, o nos estamos a punto de enfrentar a otro gran momento. La fotografía por cierto tiene un feeling muy ochentero (recordemos que esta película es de los noventa), lo cual nunca es malo. Los efectos especiales, pues no los necesita demasiado a pesar de ubicarse en el futuro. Hay unas tomas un tanto Jumanji aunque son las menos, en general me agradó que utilizaron verdaderos osos y leones para las tomas del futuro (acuérdense de este comentario para otra película que voy a revisar dentro de poco). Existen un par de tomas que derechamente se pasaron de raras, la escena del recuadro y los científicos cantando honestamente... Pero se perdona, porque hice mi tarea y resultó ser un tributo a alguna película que no he visto, sin embargo, podría llegar fácilmente a espantar al observador casual de la Red... ¡Como yo! Quizás fue eso lo que me aterró aquella vez, los científicos que ven arriba están toda la película envueltos en un halo de misterio perfectamente construido, hasta que sucede aquella escena... 

Pero olvídenlo, si vemos 12 monos como un todo, en general, es realmente loca, así que puede permitirse esos lujos raros.En suma, si no la han visto, y aman la ciencia ficción como yo, pues es un MUST. Y si ya la vieron, pues véanla de nuevo y aprecien esa tanda de detalles, como la película se va armando lentamente, como los diálogos cobran sentido, como las tomas de la televisión y de la radio parecen por un momento no ser aleatorias, y les aseguro que la disfrutaran aún más. Puede ser un poco recargada a ratos, y algunos detalles nunca quedan del todo claro (como... ¿que onda el viejito que siempre aparecía para advertir a Bruce Willis, estaba Willis loco o había una fuerza superior metiendo mano? ¿Porque Brad Pitt pasó de hacer un papel tan sublime a ser Aquiles? ¿En que momento se quedó Bruce Willis calvo?...), pero en general, el producto total es un deleite tanto en la trama como visualmente. Las películas de Ciencia Ficción de hoy han olvidado esa obscuridad, esa locura, esa angustia palpable que existe en películas como 12 Monos... Espero que algún día la recuperen.

Atentamente

Farfaramir... We Did It!