jueves, 19 de julio de 2012

John Carter

Estimados Lectores:

Hay películas que desprenden un aura de mediocridad desde el momento en que ves un enorme cartel plagando el Santa Lucía con monstruosas criaturas a computadora. No necesitas haber visto la película, pero ya lo sabes... Es mala. Realmente mala. El caso de John Carter es tal, pero como no quería ser el tipo que habla mal de películas que no ha visto, preferí darme la molestia de comprobarlo con mis propios ojos. Plagada con referencias a Star Wars (algunas, demasiado literales para ser coincidencias), John Carter es una película que no quedará especialmente grabada en mi retina como el mayor logro cinematográfico de la historia, pero a la larga, no fue una experiencia del todo horrorosa. Es que al final, dentro de lo mediocre que es, tiene sus momentos, que quizás sean más herencia de la historia original en que se basa más que mérito de los actores y productores detrás. ¿Comentamos?

John Carter tirando por la cadena su película (?)
Título Latino: John Carter Entre Dos Mundos
Año: 2012
Director: Andrew Staton.

Como sea, antes de empezar con el análisis de la película en sí, es otro... ¡Momento cultural con Farfaramir! (Buuuuuh, aburrido! ¡Queremos que nos hables de los simios gigantes Goro!). Tranquilos, les aseguro que todos saldremos aprendiendo algo nuevo hoy (BUuuuuuuuh!). Silencio Mortales. En 1911, Edgar Rice (creador de Tarzán), publicaría la primera de una larguísima saga de novelas conocida como "la serie marciana" , con título "Una Princesa de Marte". En ella, se narraba las aventuras de John Carter, un ser inmortal que cruza de Virginia a Marte, donde se ve involucrado en una guerra de proporciones llevada por una raza llamada Barsoom. John Carter inmediatamente se vuelve en un tipo muy musculoso y fuerte, se queda con la princesa guerrera mientras pelea contra simios y otras criaturas horrorosas, pasando el secreto para proyectarse a Marte a las siguientes generaciones. Como ven, en esta suerte de portada de Manowar (?), John Carter es una suerte de héroe salido de una película porno con grandes pectorales que pelea contra los bichos de Marte. Y Aslán.

Mono Azul: ¡Pinta mi cerca!
John Carter: ¡Devuelve mis biscochos!

Como sea, tras hacer algunas averiguaciones, estoy sorprendido cuan fiel fue Disney a la historia original de la serie marciana para crear la película con el mismo nombre: Edgar, sobrino de John Carter, recibe en herencia la mansión de su tío con un lote de misteriosas cartas. En ellas, John Carter narra las aventuras que vivió mientras buscaba una cueva de oro: tras ser perseguido por un pelotón de reclutamiento para luchar por los Estados Unidos contra los apaches, y tras ser emboscado, curiosamente, por los mismos apaches, John Carter descubre una misteriosa cueva con suficiente oro para poder pagarse la carrera de medicina en la Universidad de los Andes. (Bueno, tampoco tanto). Sin embargo, tras enfrentarse con un misterioso pelado que custodiaba la cueva y tocar un extraño amuleto, John Carter es trasladado a un desierto que jamás había visto en su vida. El territorio es peculiar: no sólo no hay señal de civilización a kilómetros a la redonda, sino que además la gravedad funciona de un modo distinto: John Carter es capaz de saltar elevándose varios metros en el aire. (Lo cual por cierto será muy conveniente para el resto de la película). 

Sin embargo, al rato se encuentra con unas extrañas y verdes criaturas llamadas "Tharks" que lo llevan como esclavo debido a su peculiar facultad para saltar como saltamontes, y poco a poco va tasando que definitivamente, no hay marcianos en la Tierra. Las vueltas del destino lo llevarán a descubrir cual es la verdadera situación de Marte: durante años, ha existido una cruenta guerra entre dos bandos de Marcianos Rojos (Humanoides): las ciudades de Helium y Zodanga. Sin embargo, Sab Than, el Jeddack de... Zodonga... jedi... qiwejqe... Bueno, el malo, ha conseguido un arma de manos de unos misteriosos pelados "Dark City" que está inclinando la balanza en favor de Zodanga. Sab propone la paz bajo una condición: Casarse con la princesa de Helium, Dejah Thoris, una sensual científico marciana. Si, miren, la verdad es que tuve que consultar todos estos nombres, para mi todo el rato los términos me sonaban a "Bazzinga", y "Kataplum", y la raza de los "Pumpinpum", la verdad, nunca fue demasiado importante. Como sea, cuando la guerra parece perdida en favor de Zodanga, John Carter interviene, pudiendo cambiar el destino de Marte e incluso de la Tierra para siempre...


Vamos por parte: la película no es una maravilla en ningún sentido, pero tampoco una basura. Llena de monstruos raros y demasiados caricaturesco para mi gusto, la película se mete en una trama que abarca demasiado sin lograr condensar mucho. El problema es que entre los líos políticos de ambas ciudades, las luchas al poder de los Tharks, el pasado de Carter, el misterioso link entre la Tierra y Marte, la película debería haberse esforzado más en parecer menos un super estreno comida rápida y más en ser una película de calidad. A ratos, no queda claro al público al que apunta, si a niños pequeños o a amantes de la ciencia ficción, lo que convierte la experiencia de John Carter en accidentada e irregular. Lo bueno es que dentro de estos vaivenes hay episodios altos, el sádico enfrentamiento entre los Tharks y John Carter a mitad de película, alternado con flashback de su pasado, es una escena sublime, pero parece casi fuera de lugar en una película ciertamente infantil. (Y no me deja de de cuajar de que John Carter se eche a la mitad de la raza Thark y después lo acepten tan fácilmente como aliado). El final es bastante bien logrado también, una sorpresa agradable (con una referencia literaria jocosa) así que la película tiene un par de puntos positivos que sumar.

Sin embargo, en general se cae en efectos especiales que quizás sorprenderían en un videojuego, pero que utilizada en el diseño de criaturas marcianas, parece algo más propio de una película de dibujos animados o 3D que de un film de personas. Por supuesto, no puedo culpar a John Carter de esto: esto es un mal bastante común en las últimas producciones Hollywoodenses. El diseño de las naves y localizaciones es a ratos interesante, pero no pude evitar pensar en Star Wars en varios puntos... No solo por la actitud "Estoy aquí por el oro-Han Solo" de John Carter enamorado de la princesa de la resistencia (lol), eso podría adjudicarse al libro que es anterior al Episodio IV... ¡Pero el coliseo de los Tharks es igual, detalle por detalle, a la arena de Geonosis del Episodio II! Recapitulemos: bichos verdes similares a insectos en las gradas en un desierto en un coliseo con espinas con un líder carismático, en un arena donde se suelta al héroe contra monstruos gigantes... Mmmm, solo falto que apareciera Jango Fett y Mace Windu le cortara la cabeza. De verdad fijense en las dos fotos que subí, el paralelismo es demasiado para tratarse de una mera coincidencia. 

Anakin y Padme. Verde.

La película es entretenida a ratos, pero es tan larga que me hace pensar que para ser una película no especialmente ambiciosa debieron condensar un poco. Eso sí, agradezco el espacio que se les dio a los peladitos malulos, quizás el punto más interesante y misterioso de la película, desde el principio me tuvieron intrigado de que se traían en mente. Lo bueno es que logramos tener acceso a una gama bastante variada de personajes, de diversas razas, cada uno con su propia historia, con un villano no demasiado convincente (un mero títere), y otra tanda de bichos raros como perros Speedy Gonzalez y Simios mutantes gigantes. A la larga, el despliegue de personaje parece una suerte de historia de caballeros y espadas (con sus proporciones, en Marte y con mutantes de cuatro brazos), al igual como lo fue Star Wars en su tiempo. Mi problema es que la película no logra llegar al corazón, por así decirlo, no tiene prácticamente ninguna escena memorable (la pelea final es incluso demasiado caricaturesca), y en general, creo que la olvidaré muy rápido.

Pero como ya iba diciendo, me sorprendió para lo desastroso que pensé que sería inicialmente. No me aburrí tanto (creo que lo largo de la película realmente va en perjuicio de la misma), y en general, el asunto de los peladitos me mantuvo con cierta intriga hasta el final. Quizás un toque más siniestro que logro atisbarse tímidamente en ciertos puntos de la película hubiera hecho bien a una película que en ningún puno logra definirse del todo. Por eso no triunfó, porque tratando de gustarle a todos, no le gustó a nadie, así es el asunto cuando eres amarillo en la vida. Yo le doy un 4.5/10 porque igual fue brígida la escena en que John Carter se enajena y se transforma en el super mutante de acción que debía ser, más que un pelmazo lanzando chistecitos tontones durante toda la película. A propósito, ¿soy el único que noto que en todas estas películas olvidables los protagonistas son iguales? ¡Por un momento creí que estaba viendo "El Principe de Persia" (La película... Si, hay película... Ya la revisaremos. ¿No? Bueno, al cabo que ni quería).

Atentamente
Farfaramir entre dos tabernas. 

3 comentarios:

  1. Cómo me hizo reír con lo de "¡pinta mi cerca!"

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  2. Por si no sabían Stars Wars se basó en libro de Edgar Rice y no al revés.

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  3. Por si no sabían Stars Wars se basó en libro de Edgar Rice y no al revés. Leer más.

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