martes, 15 de septiembre de 2015

James Bond: Diamonds are Forever

Estimados Lectores:

Tras ser reemplazada en On Her Majesty's Secret Service por el gran George Lazenby, Sean Connery, quien había manifestado que odiaba el rol de James Bond, decidió volver una última vez después de que Eon Productions le ofreciera un absolutamente ridículo acuerdo super millonario a cambio de interpretar el personaje. Entonces acá no quedaba lugar a dudas: este era la Bond definitiva, la que debería quedar como la magna despedida de Connery, ¡el caviar de las cintas de 007! ¡Y EN EFECTO ES...! Ok. Solo ok. Eh... Lo siento, fanáticos de Diamonds Are Forever.

¿Starfire?


Título Original: Diamonds Are Forever
Año: 1971
Director: George Hamilton

Uno de los primeros problemas que se enfrentaba la historia de Diamonds Are Forever era sobre si ignorar o aceptar On Her Majesty's Secret Service como parte del canon. Después de todo, quizás era más fácil hacer como si George Lazenby jamás existió, y seguir desde You Only Live Twice (recuerden que ese Bond tiene mi aprobación, hablo solo de la crítica de la época). ¿Acaso Bond olvidaría a su esposa muerta en el curioso cliffhanger de aquella película, o aceptaríamos el cambio de actor como algo común en la industria?

La solución tomada en realidad, intermedia, es bastante satisfactoria: Diamonds are Forever tiene uno de los inicios más violentos y oscuros de la saga, con Bond simplemente golpeando y asesinando a medio planeta en busca Ernst Stavro Blofeld, su archi enemigo. Connery entra en escena furioso, cargado de odio, pero sin jamás menciona a su esposa muerta, dejando al espectador la decisión si esto es Bond meramente persiguiendo a Blofeld porque los incidentes de You Only Live Twice o los de On Her Majesty's Secret Service. Ambas opciones sirven, pero por supuesto, la más coherente es aceptar que las aventuras de George Lazenby ocurrieron, particularmente por la frustración que manifiesta Connery, llegando incluso a ahorcar a una potencial chica Bond en el proceso.

¡Ese inicio es genial, realmente lo aprecio! Y no es que el resto de la película sea mala, de hecho, es bastante decente y definitivamente la pongo por encima de Thunderball, pero para una despedida de Connery de Eon Productions, resulta un tanto deshabrida.

Si, lo sé, semana de la chilenidad, no tienen porque recordármelo quemándose los brazos con los anticuchos

Y más que la acción, las actuaciones o la cinematografía (todo impecable), mi decepción proviene de la trama, que salvo hacia el acto final resulta un tanto poco ambiciosa para una película de James Bond, mucho más para su cierre: 007 es encargado de averiguar quien está robando diamantes en en Sudáfrica a la corona inglesa, para lo cual debe hacerse pasar el mismo por un ladrón profesional, alterando su identidad. 

Eso es básicamente, una historia sobre robo de diamantes, lo cual cabe más en una historia de Sherlock Holmes que de James Bond, a pesar de que todo concluya en la construcción de una satélite gigante capaz de destruir las principales ciudades del mundo, pero incluso esa trama es un tanto decepcionante. De todos modos, ¿cuál es la obsesión de la saga de James Bond con los satélites gigantes lanza rayos? Es el arma preferida de destrucción de los villanos Bond, uno pensaría que para Die Another Day ya habrían inventando un sistema lanzamisiles. "Hey, Bond llamó, otro tarado construyo un satelite gigante para destruir el planeta". "Destrúyanlo y tráeme el café de las cinco".

Pero hey, sigue siento una cinta entretenida, con otra chica Bond bastante meritoria (está vez, una ladrona que se cambia el pelo cada cinco segundos) y una persecusión automovilística para el recuerdo. El clímax, a pesar de no atraerme en cuanto al elemento "satélite gigante", contiene una secuencia bien montada en una petrolera en medio del mar, y eso se aprecia. Bond parece más viejo y cansado, lo que igual le da un toque especial a la cinta y que al menos no la vuelve un calco de las seis anteriores. 


Respecto a los villanos, los primeros en aparecer como los responsables del asunto de los diamantes son extremadamente ridículos, pero en la buena manera Bond: se complementan las frases y realizan actos absurdamente crueles casi porque es divertido, y eso, como espectador, no deja de ser satisfactorio. Sin embargo (y acá spoilers, perdón, salten al siguiente párrafo, advertidos), la forma en que el cabecilla de Spectre regresa es de un nivel de gratuidad absurda, incluso para una cinta Bond. Y sabiendo que Connery no regresaría, ¿porque no despacharlo como se debe, después de haber construido su rivalidad desde From Russia With Love? Lamentablemente, el personaje tendría que ser retirado a la rápida y de forma bastante dudosa en For Your Eyes Only...

Miren, lo pase bastante bien viendo esta película, pero Eon Productions desperdició una buena oportunidad de despedir a su actor estrella con la dignidad que merecía, mucho más cuando el actor volvió exclusivamente a filmar una película más. Quizás mirada de forma independiente sea una película entretenida, pero dudo que vuelva frecuentemente a visitarla. Ahora bien... Connery aseguró que nunca NUNCA NUNCA volvería a interpretar a Bond. Nunca digas nunca, Sean.

Atentamente,
Farfaramir, el exigente

Posdata: Aunque admito haber estado decepcionado con los dobles de Blofield, la explicación sobre porque el pelón seguía teniendo gatos después de dejarlos tirados en sus bases explosivas en dos películas ya no deja de ser graciosa. 

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