domingo, 29 de septiembre de 2013

IGNIS FATUUS: Ghost In The Shell (Review Parte II)

(¿Este tipo aún trabaja en mi blog?)

¡Buenas noches ilustres alcahuetes y cabronas! No sean tímidos ni sufran vergüenza, pasen rápidamente a la Catedral Otaku de la Taberna de Farfaramir. Si no quieren que los vean por aquí, no los culpo, podría dejarles peor fama que ser visto en el barrio el golf por la madrugada de un día sábado. Probablemente, ya no me recuerdan porque ha pasado mucho tiempo, pero  existe una persona que nunca olvido mi nota ni a mi: El Administrador de este blog. Aun recuerdo sus furiosas llamadas, los mensajes sin responder en mi contestadora, los recados con mi pechugona secretaria, el terror que me causaba revisar mi bandeja de entrada. Pero tras buscarme a mi mismo he decidido terminar lo que empecé. Si ya olvidaste mi nota anterior, te la recuerdo: REVIEW PARTE I (en realidad no te la voy a recordar, deje el link para que la leas de nuevo, flojo de mierda). 

Nota del Administrador: Los dichos de esta entradilla son mentiras. Yo respeto a mis trabajadores, les doy todas las navidades un ticket de descuento en peluquería Palumbo (?)

Título Original: 攻殻機動隊
Año: 1995
Director: Mamoru Oshii

Continuando con la review les voy a dejar un consejo, aprendan a apreciar cada cuadro de Ghost in the Shell–no  hay tantas obras como esta en las que podamos hacer eso-. Si te gusta dibujar, pintar o al menos sacarte fotos con cara de pato en baño, te reto a que varias veces le pongas pausa a la película de forma aleatoria y te detengas a apreciar el hermoso cuadro –con un poco de suerte absorbes un poco del talento que claramente no tienes-. Cada cuadro es una composición casi perfecta de colores y elementos. Esta es de esas películas en las que siempre recomiendo tomarse un litro de cerveza antes de verla para que a cada tanto debas ponerle pausa para ir al retrete, y al volver puedas apreciar todo la imagen –si ves la película acompañado con pasas u otro alimento que te de cagadera, mejor-. Hasta les doy un ejercicio: Busquen a los escolares corriendo con paraguas, el darth vader, el reflejo del avión desde un plano que aun no logro identificar y el semáforo visto desde un barco que se mueve. Quien los encuentre tendrá una cena romántica con Dany, la sub autora con más notas de este blog. 


En cuanto a trama y construcción, mis dos escenas favoritas son la aparición de puppet master en la sección 9 y la batalla sacada de “Metal Gear”. 

La primera escena comienza con la captura del puppet master en un cuerpo de una avanzada cyborg convenientemente atropellada y aun más convenientemente desnuda en un cuerpo parecido al de Cecilia Bolocco en sus buenos años –recuerde la teoría del pezón, nadie se refiere a eso-. Desde la perspectiva filosófica esta tiene el mejor dialogo de la película, ya que es el titiritero, revelando que es una programa de computadora, pidiendo asilo diplomático ¡Un maldito virus pidiendo asilo diplomático en virtud de considerarse a sí misma una forma autónoma de vida! Lejos esta es una de las propuestas más audaces que he visto en una película de ciencia ficción. Uno de los mejores y precisos debates sobre la extensión del concepto de vida humana que he leído, basado en que los comandos de un programa son similares al código genético en complejidad. Finalmente, el embajador pierde la discusión y muy cabreado remata con: Me importa un huevo lo que dices, en mi país no damos asilo a los criminales. Y como buen troll, el titiritero responde que a pesar de haber adquirido un cuerpo, en este país no hay sentencia de muerte ¡Pow! ¡Aprende Asimov!

Una mención honrosa a los francotiradores del helicóptero que prometían ser más importantes que el afroamericano de “The Shining”, sin lograrlo

Durante la escena tendremos otra brillante y menospreciada intervención de Togusa, que corona con una de las mejores frases de la película –véanla-. Por cierto, quédense con esta imagen porque el Togusa de la nueva versión de esta franquicia (Ghost in the Shell: Arise) es una mariconada…¡¡¡CAMBIO EL MATEBA REVOLVER!!! ¡Es como si el rey Arturo cambiase su excalibur o que tintin decida abandonar a milu por un gato! ¿Por qué no le quitamos el peinado de mierda a Goku? Oh…dragon ball evolution…

Respecto a la persecución que sigue es genial, salvo por un detalle que me molesta mucho. El centro de mando encargado de coordinar la operación está compuesto exclusivamente de colegialas… ¿Por qué? ¿Cuál es el objeto de hacer un fan service tan evidente? Es casi tan estúpido como el puente de mando que usaban en robotech –No me vengan con la estúpida explicación que los zentraedi atacaron por sorpresa y que era la primera generación en aprender a usar el equipo-.

¿Por qué no hablamos de si Rick Hunter es más apuesto que Roy Focker mientras la flota completa es destruida por los zentraedi?

La batalla final con el mecha cangrejo es lo mejor que me ha pasado en mi vida –tal vez será incluso mejor que titularme-. Simplemente es una de las mejores escenas de acción que he visto. El MechaBoss en sí mismo es digno de apreciar a pesar de ser casi calcado de un villano de Metal Gear –en cualquier momento creí que iba a llegar Snake-. De verdad, el diseño y movimiento de la maquina es muy bueno, a tal punto que si me dieran a escoger entre cualquier mecha para pilotear en el apocalipsis preferiría el mecha cangrejo por sobre un Gundam, acuérdense de mí, los diseñadores le pusieron harto cariño a su diseño.


La escena es perfecta, no necesita más movimiento ni explosiones, es como una sinfonía en la que sabes que cada nota va en su lugar por algo. A simple vista parece lenta, pero tiene la velocidad necesaria para provocarte una sensación de soledad e intimidad. He visto muchos duelos finales en el que quieren lograr este efecto de intimidad y no lo han logrado, en cambio aquí lo hacen entre la protagonista y un mecha gigante que es mucho más difícil que hacerlo entre dos personas. 

Durante la batalla Motoko lucha por  su identidad, pero el merito es que te convence que carece de ella. En ocasiones ella parece inexpresiva e inhumana que el cangrejo. Lo que se manifiesta especialmente cuando trata de abrir la puerta del tanque y no se da cuenta como sus músculos y ligamentos se desgarran por la fuerza que uso para tratar de abrir la compuerta superior del mecha crab –por cierto, es my random porque fracasa-. Luego de esto, la batalla es interrumpida por Batou que utiliza una lanzadora de corchetes gigantes para destruir a nuestro pobre crustáceo –enserio, el arma antiblindados es igual a una corchetera de oficina-.

Cuando sus brazos se rompen es hermoso, pero no puedo evitar que me recuerde a la caída de “calamardo bello” por la vuelta de ballet al caer...

La última aparición del titiritero es  acompañada del momento más estúpido de la película. El titiritero pide conectarse directamente con la agente Motoko, a lo que Batou acepta… ¡Es que eres tan re tonto que se te subieron las pelotas al cerebro para llenar el espacio vacío! ¡Cabron descerebrado! O sea, yo entiendo que la protagonista acepte por su crisis de identidad existencialista. Pero ¿Tu? Es la mujer que amas secretamente, la petición de ella es tan ridícula como ese mensaje de Windows que dice: ¿Quieres instalar este elemento peligroso? O cuando un amigo te hace la estúpida pregunta de: Mi pendrive tiene virus, ¿No te molesta que lo conecte a tu computador? Me imagino a una mina diciéndote: Oye, tengo SIDA ¿no te molesta si lo hacemos a capela? (me ha pasado solo primero). 

Tras esto hay un dialogo final en que el puppet master le dice a Motoko que se  unirán en un solo ser –esto esta calcado de Neuromante- mientras Batou escucha todo. Lo jocoso de este momento, es que todo suena como que van a tener sexo y engendrar un hijo. Yo siempre me cago de la risa en esta escena porque cuando Batou en un ataque de miedo y celos trata de desconectarlos, el puppet master lo detiene con la expresión de: ITS RAPE TIME BABY! –enserio, es la expresión de: voy a tener sexo con tu novia frente a tus ojos, cretino-.  Finalmente, la película termina con una Motoko lolicon –no quiero detenerme en eso-. Aunque hay un efecto visual que siempre me ha llamado la atención y que seguramente apreciarán. 

En conclusión ¿vale la pena ver esta película? Si, de hecho, para alguien que le gusta el anime y la ciencia ficción –o ambas, como yo- ¡ESTA PELÍCULA ES OBLIGATORIA! A tal punto que al primer novio de mi hija le voy a preguntar si vio esta película.  Miren, en palabras simples no tengo la  certeza exacta de que hace de esta película una master piece digna Tenacious D. Pero si les puedo asegurar que cada vez que comento que me gustaría que algún libro de Asimov fuese llevado al cine, deseo que tome a esta película como modelo. Esta película es un manual de cómo hacer las cosas bien. Desde los diálogos expresos e implícitos, el ritmo, la imagen, la música, todo. Si lo anterior no es posible, al menos le suplico a dios que  M. Night Shyamalan muera atropellado por un fanático de The Last Airbender –never forget 2010-, antes de que se le ocurra hacer una adaptación o película del genero de la ciencia ficción, ya que estoy seguro que lo malo de After Earth es culpa de Shyamalan y eso que no la hizo entera. 

Con esta cara me dejo Motoko al final de la película

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