jueves, 21 de junio de 2012

El Demoledor

Estimados Lectores:

Lo sé, lo sé, estoy atrasado, y tengo como 800 películas que he visto en los últimos días para revisar, así que... el tiempo ha llegado. La película más épica de Ciencia Ficción jamás creada ha llegado a Cinebasura., Preparaos para una mega tanda de explosiones, bates de baseball eléctricos, misteriosas conchas, Mambo Mambo, hamburguesas de rata, Sylvester Stallne, Simone Phoenix... Una obra maestra. Lo cual es curioso, porque siento que después de haber visto "Another Planet" debería seguir viendo dramas existenciales sobre drogas y redención, pero, ¿no es El Demoledor la historia de redención por excelencia? ¿La del hombre rudo y ochentero que aterriza en un futuro limpiecito y amanerado, exactamente hacia donde nos dirigimos, con la posibilidad de REDIMIR el futuro para convertirlo en un nuevo infierno de explosiones y demoliciones? No lo sé. Miren, empecemos por algo, si les gusto Another Planet van a odiar esta de acá, porque es exactamente lo contrario: acción, diversión, chiste de dobles sentidos, negros pandilleros cyber punk, violencia, etc... Es decir: Poesía. Con ustedes, una de mis películas favoritas que pasaban una y otra vez en el TVN a las 22 horas en mi infancia... Demolition Man. ¿Comentamos?
Título Original: Demolition Man
Año: 1993
Director: Marco Brambilla

La película inicia en un infierno llamado "Los Ángeles" de 1996 donde la delincuencia  y el miedo domina, donde todo el cast de Robocop 3 se ha tomado las calles. En este contexto, maleantes rudos necesitan policías de la misma calaña: John Spartan (Sylvester Stallone) es el policía que siempre cumple sus misiones, pero de paso destruyendo todo a kilómetros a la redonda, lo que le ha hecho ganador del ápodo del "Demoledor". Es el tipico idiota que quieres que te arregle los margenes del word y termina fundiéndo el disco duro y quemando tu casa, aunque de algun modo arregla el documento. En este escenario, John Spartan se ve enfrentando a una situación de rehenes contra su mayor enemigo, Simon Phoenix, uno de los delicuentes más dementes y retorcidos jamás creados para el cine: un pandillero teñido de amarillo, interpretado por Wesley Snipes, que le encanta matar gente, odia el amor y la amistad, ya saben, este tipo tiene tanta bondad como la tuvo Frolo o Jaffar, yo creo que metido en la pandilla de la Naranja Mecánica pasa piola. Como sea, la situación termina mal cuando para variar John Spartan demuele todo, matando por accidente a los rehenes en el proceso. Por ello, ambos son condenados a ser congelados por muchísimos años, mientras una computadora hace su rehabilitación enseñándoles como ser buenos ciudadanos.

El problema comienza cuando el año 2032, por una causa desconocida, Simon Phoenix es liberado en San Angeles (Si, como lo leen, la unión de San Francisco y Los Angeles), dejando la mansa embarrada en un futuro que es muy distinto a nuestra sociedad actual: limpio, lleno de buenos modales, solo comida libre de grasas, nadie dice groserías, las armas están prohibidas incluso entre los policías, que son entero de pollos. Todo es tan perfecto, que la llegada de un criminal de Los Angeles más retorcido del cine, claramente solo puede ser materia prima para un infierno. Lo peor es que su rehabilitación no fue tal, simplemente fue entrenado para matar además de ser instruido en conocimientos de armas y tecnología futurista. Ante semejante maquina de matar, la inepta unidad de policía se ve obligado a descongelar al único que alguna vez fue capaz de detener a Phoenix: John Spartan, el Demoledor. Tratado practicamente como un cavernícola, acompañado por una inepta policía que solo conoce la violencia a partir de películas ochenteras, John Spartan debe adaptarse a este nuevo futuro donde la gente es buena y noble, y de paso descubrir una extraña conspiración que implicará meterse en las alcantarillas de una ciudad que de limpia solo tiene la cara.

Simon says...

Esta película es una brillante parodia del futuro. Si bien tiene millones de escenas de acción bastante remarcables, esta película es una sucesión de brillantes momentos de comedia donde vemos que clase de futuro nos espera. La gente del futuro tiene máquinas si multan si dices groserías, un extraño y perturbador sistema para mantener relaciones que... bueno, mejor que lo vean ustedes. El más brillante de todos son las misteriosas conchas en el baño, que han reemplazado el papel higiénico en los inodoros, las que durante toda la película el pobre John Spartan observa consternado sin saber que hacer con ellas. Otro asunto son algunos datos culturales, como que Arnold S. fue presidente de los Estados Unidos, o que la única cadena que va quedando en el futuro es Taco Bell... ¡Y es comida elegante! Un futuro muy deprimente la verdad, donde la decencia y la pulcridad dejan de lado nuestro lado salvaje. Haciendo un paralelo, si esta película pasara en Chile, se acabarían los completos en la calle y en el estadio, las sopaipillas a gamba, y tendríamos filarmónica en las micros en vez de los clásicos artistas callejeros. (Y Camila Vallejos viviría en una alcantarilla comiendo hamburguesa de rata...). Otro asunto es el debate sobre el libre abedrío que se da respecto del sistema carcelero (y también de los restos de los humanos, que son hechos en laboratorios), donde la gente es predeterminada a lo que hará en su vida (como en Un Mundo Feliz, aunque por supuesto en un tono mucho más humorístico, como que a John Spartan sea programado para tejer).

Los personajes son muy entretenidos. Sandra Bullock no es una actriz especialmente magnífica, pero sirve para su rol de policía ingenua y admiradora del pasado, con su tick de decir mal los refranes del pasado. Los que por supuesto se roban la película son Phoenix y Spartan, esta es una rivalidad que funciona a niveles épicos. Nada de juegos intelectuales o dramones de hombres lobos con vampiros brillantes, estos tipos se agarran a balazo limpio durante toda la película, explotando todo a su paso a la vista de los pobres hombres del futuro que no saben que hacer con dos hombres cavernícolas destruyendo museos, cárceles, taco bells, alcantarillas... Hablando de lo cual, el mundo de las alcantarillas es exactamente lo que deberías esperar de un futuro estilo Blade Runner, solo que sin robots, un poco más decadente y sucio. Eso nos abre la puerta para otra tanda de personajes bastante interesantes, pero por supuesto, los más curiosos son el alcalde Raymond Cocteau, creador de la ciudad y su asistente medio amanerado (que es igualito al guatón de Games Of Thrones, en una versión más japonesa). Ahora, toma a todos estos personajes y mezclalos en casi dos horas de acción y diálogos sublimes, guiños al presente y al pasado y obtienes una de mis películas favoritas de mi infancia.


El diseño del futuro es interesante, aunque me encanta el breve vistazo a Los Ángeles 1996, ¡es un verdadero infierno! Los efectos especiales no son lo más brillante de la película, pero tienen un toque bien old school. Tiene algunas tomas bien cliche de escena de acción (como el escape del heroe con la explosión detrás mientras grita oooooOOOOOOOoooooh), pero creo que sería bastante ingenuo pedir lo contrario a esta pequeña gema. Digo, esta película es simplemente para sentarse, pasarlo bien, reirse un rato, y amigos, lo logra con creces, dando una trama original, con personajes bastante jocosos, con actuaciones hoscas pero ad hoc, y con conchas... Ya, en serio, ¿de que servían las malditas conchas? He pasado noches entera tratando de imaginarme algo que no sea tan perturbador, pero no hay caso. Digo... ¡Conchas! Y a pesar de todo, la película plantea grandes debates morales, desde que es lo que estamos sacrificando para vivir en una sociedad idílica, pasando por los peligros de jugar con la libertad de pensamiento, hasta el cuestionamiento de las técnicas más modernas de resocialización. Quien diga que El Demoledor es una película vacía, está mintiendo, simplemente es demasiado ciego para aceptar que una película "tonta" puede dar para conversaciones y debates interes... Nah, mentira, nadie haría una clase magna sobre esta película, pero eso no le quita lo sublime.

Al final, el Demoledor es una excelente crítica hacia lo que le estaba sucediendo al cine a finales de los 90, a medida que los grandes clásicos como Rocky, Rambo, las aventuras de Texas Rangers en la Televisión, en fin, todos los clásicos explosivos de nuestros tiempos se iban perdiendo, se iba dejando paso a aburridas films donde los héroes ya no eran rudos, donde los villanos no son "malos" sino que el límite es gris, y quizás a veces eso es bueno, pero al final, todos siempre disfrutamos encender de tanto en tanto la Red, encontrarnos con Commando y ver a Arnold S. barrer con los narcos a minigun limpio. Eso es algo que ya no vemos, los grandes héroes de los 80 se han perdido, pasando a un futuro donde decir groserías es malo, comer hamburguesas es el peor pecado, y las conc... Ya, basta de eso. Mi nota es un sublime 10/10, porque al final, dentro del género que se enmarca (acción, con altos toques de comedia y ciencia ficción), esto funciona como un reloj. Un reloj bueno, claro, no de esos que decían que eran a prueba de agua y al final no lo eran...

Atentamente
Farfaramir, El Bloggeador

2 comentarios:

  1. De verdad un clásico de la acción que uno se veía a cada rato.

    Simon Phoenix es el joker negro. A uno nunca se le olvida de la retina esa escena en la que coge a un pobre infeliz y lo azota contra un vidrio para poder romperlo.

    Tambien quiero apuntar acá que estas película así como muchas otras, creo que nunca he tenido la oportunidad de verla en inglés, y así otras las haya visto alquiladas en VHS o beta (las antiguas pelis ochenteras) en su idioma original, siempre voy a recordar más que nada el doblaje para Suramérica, creo que de México o algunas es de Argentina, creo. A lo que voy, es que Sandra Bullock diciendo "Crimen, Muerte, Matar" es otra cosa inolvidable.

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  2. En cuanto a la concha: tal vez de la concha sale una lasciva lengua que lo limpia a uno... gross

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