miércoles, 18 de noviembre de 2015

Prince of Darkness

Estimados Lectores:

Mi primer mes del terror, allá por el año 2012 cuando creíamos que los mayas eran profetas infalibles, terminó gloriosamente con la revisión de John Carpenter's The Thing (en realidad, con The Thing del 2011 pero haremos como si eso no sucedió), quizas la obra maestra definitiva del maestro del terror de los 80. Ayer, revisamos In The Mouth of Madness, la exploración de Sam Neill por territorio Lovecraftiano. ¿Qué relación hay entre ambas películas? Bueno, las dos forman parte de la trilogía del Apocalipsis de John Carpenter, y ya que estamos aquí, ¿porque no completar la "saga" con Prince of Darkness, la segunda del montón? 

¡Oh, mira, esas chicas del Solarium de Destino Final 3 sobrevivieron! Urgh...

Título Original: Prince of Darkness
Año: 1987
Director: John Carpenter

Un grupo de estudiantes de Física son arrastrados por su profesor a un extraña actividad en terreno en una parroquia aparantemente abandonada, tras ser invitados por un sacerdote interpretado por Donald Pleasence a observar un extraño fenómeno que tiene lugar en el sótano. Nadie les explica que van a hacer realmente allí ni porque hay un extraño grupo de personas paradas fuera de la parroquia observando los acontecimientos como zombies. Por supuesto, no sospechan que el sótano oculta un secreto guardado por la Iglesia por milenios, pasando por Jesucristo hasta hoy, y que un mal en forma líquida está a punto de ser liberado sobre la tierra para acabar con todos nosotros.

Es interesante pensar que Prince of Darkness es la única de la trilogía del Apocalipsis que trata, bueno, del Apocalipsis. Sí, en The Thing se explica varias veces que si una gota del parásito escapa de la Antartida sería nuestro fin, y en "In the Mouth of Madness" hay definitivamente un Armageddon inminente en forma de locura lovecraftiana, pero es solo Prince of Darkness la que juega con el Apocalipsis en términos bíblicos, aunque con un giro interesante: es un Satán que puede explicarse en términos científicos, y que una vez comprendido así, es aún más poderoso de los que estamos acostumbrados a ver: es el Anti Dios, la anti materia, el verdadero opuesto más que un Ángel Caído. Creepy Stuff. 

La primera media hora de Prince of Darkness es una construcción enorme de tensión, lograda principalmente por el soundtrack del propio John Carpenter. La sensación de que algo grande, enorme y perverso está a punto de ocurrir pero que aún no podemos explicar está presente y crece a cada momento. Esa es, a mi juicio, la mayor virtud de la película: a pesar de que no vemos realmente que está sucediendo afuera de la Iglesia, la sensación de que estamos ante el preludio del Apocalipsis es real y tangible. 

A alguien se le olvidó prender el filtro en el estanque de Zordon

La siguiente hora es más bien un cruce entre las dos hermanas de la trilogía: un grupo de científicos encerrados cayendo como moscas ante una fuerza que toma sus cuerpos como en The Thing, pero la locura y aleatoridad de In The Mouth of Madness está presente como nunca. Aunque no lo logra de la misma manera que el clásico de 1982, hay definitivamente una sensación de claustrofobia, de que no hay escape: afuera hay zombies asesinos, adentro el pandemonio se ha desatado en forma de hombres que se deshacen en hormigas y chicas que arrojan, erm... agua por la boca. Es más terrorífico en pantalla que ponerlo por escrito.

Como siempre, los efectos especiales y el maquillaje es fenomenal, como todo lo que hace John Carpenter. En varios momentos te preguntas como se las arreglaron para filmar ciertas escenas, porque los efectos prácticos son espectaculares. La construcción de la capilla es genial también, especialmente el sótano con ese tubo verde al centro, la atmósfera de los escenarios es oscura y casi infernal, a pesar de que no nos movemos demasiado del lugar. Es simplemente un trabajo técnico perfecto, incluso creando una sensación de película clase B que hace que incluso los momentos más ridículos sean disfrutables a su manera. 

Ahora, uno pensaría que esta va a ser una película sobre el choque entre religión y ciencia. Esa sería la salida obvia, y quizás habría sido divertido de ver, pero en su lugar, tienes una película que no pierde el tiempo en eso y va directamente a una colaboración entre ambos mundos. Donald Pleasence y el profesor de científico deben unirse para derrotar al mal que se aproxima. Se agradece que no haya ningún personaje entre los alumnos que se ponga a gritar "OMG, ESTO NO ESTA PASANDO, PORQUE NO ES CIENTÍFICAMENTE POSIBLE". Si uno de tus colegas se acaba transformar en un montón de hormigas o las ventanas se llenan de gusanos, creo que no hay que ser el Papa para sospechar que se viene el Apocalipsis. Así que bien ahí, John Carpenter.

-Debemos detener el regreso de Michael Myers. -¿Quiso decir Satán?
-Tengo una obsesión.

Eso sí, tengo un pequeño problema con esta película. En realidad, es bastante grande, y la razón por la que la ubico por debajo de sus hermanas en la trilogía del Apocalipsis: ninguno de los personajes realmente me interesa, salvo por el sacerdote, y creo que solo me importaba porque, bueno, es Donald Pleasence y tiene que atrapar a Michael Myers alguna vez. De hecho, durante la primera media hora de la película, Prince of Darkness hace un intento de construir a dos personajes que luego pasan a ser casi invisibles hasta el último minuto de película, dos alumnos de física que tienen una suerte de relación amorosa que aparece allí y allá. Honestamente, se me olvidaron rápido, bien pudieron no existir. El resto es carne de cañón para los demonios lanza agua. De nuevo: solo Donald Pleasence y el profesor de física captaron mi interés, y ellos se pasan buena parte de la película encerrados pensando que hacer más que, bueno, haciendo algo.

También hay momentos en que la película cruza un tanto el límite de lo creepy a lo ridículo, pero eso no afectó tanto a mi experiencia. Es una película de apocalipsis entretenida, y así hay que mirarla. La construcción de atmósfera, de los escenarios y los monstruos es magnífica, el concepto más que intrigante, la música magnífica, pero me hubiera gustado tener a un par de protagonistas más activos cuando el infierno se desata sobre la parroquia. Y aunque prefiero no arruinarlo para ustedes, el final es genial. Nada que decir ahí. ¿La recomiendo? Por supuesto. Si les gusta Carpenter, no se van a arrepentir, veánla en una tirada con las otras dos y pasen un buen rato con marionetas viscosas, insectos gigantes y chicas lanza agua (?).

Atentamente, 
Farfaramir, el Príncipe de los Críticos. Y las Tinieblas. 

Posdata: Punto extra por el cameo de Alice Cooper. 

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