lunes, 9 de noviembre de 2015

El Clan (2015)

Estimados Lectores:

¡AH-JA! ¡No está vez, Estimados Lectores, no me harán la de Relatos Salvajes! Nada de estar hasta febrero con "hey, Farfaramir, viste El Clan, es muy buena, jijijijojojo", ¡JAJA! ¡Está vez me he adelantado y solo me han tenido UN MES HACIÉNDOME ESA PREGUNTA! ¡Ya entendí, El Clan se ve genial, a mí también me gustó el trailer cuando lo pasaron en "Alma"! Y creo que a esta altura de la vida el Cine Argentino no necesita mayor introducción ni presentaciones para convencerme de pagar la entrada, así que ahora que he golpeado el teclado con furia, veamos que tienen los Puccio para ofrecernos en esta nueva producción transandina. 

-Hoy día vamos por Farfaramir...
-¡Pero Papá, me encantó la reseña de El Silencio de los Inocentes!

Título Original: El Clan
Año: 2015
Director: Pablo Trapero

Basado en hechos reales, El Clan cuenta la historia de la familia argentina de San Isidro, los Puccio. Es tu típico grupo clase media con hartos hijos con sus pichangueras zorronas, que comen pollito y jugo Yupi... salvo, claro, que el papá (a quien si yo lo viera en la vida real no me acercaría ni de casualidad, porque existe una alta posibilidad de que sea la reencarnación de Tywin Lannister) se dedica a secuestrar argentinos adinerados y cobrar rescates. 

El tema es que con el fin de la Guerra de las Malvinas y el avenimiento de la democracia, papá Arquímides Puccio (Guillermo Francella), antes parte del ejército argentino, de pronto se encontró sin plata y no halló nada más divertido que secuestrar a conocidos adinerados. Para esto, contó con la ayuda de varios miembros de su familia, entre ellos el jugador de la selección nacional de Rugby, Alejandro Puccio (Juan Pedro Lanzani), quien a pesar de mirar con cierto remordimiento estas operaciones, comienza a involucrarse más y más en un mundo muy oscuro que podría costarle todo lo que le importa. Y cuando los secuestros comienzan a salir mal y los cuerpos se comienzan a acumular, Alejandro deberá decidir si quiere seguir su vida soñada o apoyar a su padre hasta el final.

Aparte de la historia enseñada en el trailer, admito que no era muy familiar con el caso de los Puccio en sí mismo ni de su impacto en la sociedad argentina. De hecho, decidí no leer nada al respecto hasta ver la película, y así sorprenderme con el desarrollo y su desenlace.

The Lannister send their regards

Gracias a esta precaución, me llevé un par de sorpresas bastantes agradables al sentarme en las butacas del cine: pensé, a partir de los trailers, que Alejandro sería algo así como Michael Corleone en El Padrino, el chico que está fuera del negocio y de pronto se ve metido adentro... ¡Para nada! ¡ALEJANDRO ES UN CRETINO! ¡Está metido con los pies en el barro desde el principio! El dilema es más sí se queda o se va cuando las cosas se ponen feas. Y eso, personalmente, lo vuelve un personaje supremamente interesante. Está exactamente en la línea donde no sabes porque realmente está haciendo lo que hace. Es claro que sabe que es malo, es claro que no lo disfruta, ¿entonces porqué sigue ahí? 

La respuesta, por supuesto, es el temor a su padre Arquímides, y holy shit, este sujeto debe ser el villano más terrorífico que se haya producido en los últimos años del cine latino. Este tipo es malo con ganas, de seguro se junta con el Capitán Vidal del Laberinto del Fauno a tomarse unas copitas y reírse de a cuantos idiotas han asesinado hoy. Claro, es una persona real y que existió, lo cual lo vuelve aún más siniestro. Es una interpretación muy sutil y brillante, no es un tipo que pierda el control muchas veces, siempre está calmado lo cual lo vuelve mucho más amenazante. De hecho, hay una escena donde una operación sale mal y explota, y parte del encanto se pierde por un momento. No sé si fue el guión o la actuación, pero por suerte, el resto de la película es impecable. 

Ahora, les digo de entrada: esta es una película bastante siniestra y oscura, que roza en lo macabro. A medida que la historia avanza, nos damos cuenta que desde el primer minuto los personajes se han metido en un camino sin retorno, particularmente Alejandro. Si tomamos en consideración donde comienza y donde termina, esta es su historia más que del Clan completo. Y aunque casi nunca expresa realmente sus sentimientos en voz alta (particularmente por un evidente temor a Arquímides), todo se maneja a través de sus actuaciones, sus reacciones a ciertas situaciones... Eso basta para comprender lo que está viviendo.


Lo otro que me llamó la atención de esta película es el gran trabajo del director. Creo que todas las secuencias de secuestro son en una sola toma, y se ven espectaculares, muy fluidas, casi como si estuvieras allí viviendo esos momentos. Hay una escena que implica inventar un desperfecto del auto que roza en la comedia negra (claro, no sé si reirme sabiendo que efectivamente pasó lo que pasó allí) que aún me sorprende lo bien lograda que está. El cine argentino hace rato que es de exportación, y no es por ser majadero, pero viendo que nosotros sacamos basuras como Alma, creo que Chile debería empezar a mirar un poco para al lado. (Broma. La Memoria del Agua fue excelente).

Ahora... sí tengo un par de problemas con la película, menores, pero que no puedo simplemente ignorar. Me chocó un poco la decisión de incluir una suerte de Flashfoward constante entre el final y el desarrollo de la película... No le vi el sentido, especialmente cuando ambas escenas se topan, básicamente el flashfoward se repite de forma íntegra, y escomo si viéramos la misma escena dos veces. No es como que se revele demasiado en el intermedio que altere ese Flashfoward demasiado, así que... ¿para qué incluirlo? 

Hubo también un par de tramas que claramente estaban porque sucedieron en la vida real, pero como partes de la película parecen... sobrar. Hay uno de los hermanos que está afuera del país, renegando un tanto el negocio familiar y a quien Arquímides claramente detesta, y de pronto regresa, y lo que parecía ser un conflicto muy interesante en potencia quedó en nada de nada. "Hey, soy el hermano, volví, vamos a secuestrar gente". Ni un diálogo, ni un nada. Boom. 

-Te voy a matar, viejo boludo, con una ballesta mientras estás en el baño.
-Cállate y sonríe a la cámara, pelotudo.

Pero, hey, detalles: El Clan es una película que todos deberían ver. A veces (solo a veces), la realidad es más escalofriante que la ficción. Es una cinta con un enorme trabajo de dirección, gran guión, grandes personajes y actuaciones, y con momentos para ponerte la piel de gallina. Quizás un par de momentos sobraron y el juego pasado/futuro fue absolutamente innecesario, pero en general, roza la perfección. Con decirles que con el momento final (que no voy a hacer spoiler, pero si conocen la historia de seguro lo anticipan) quedé con la boca totalmente abierta les digo suficiente. No sea flojo y vaya al cine.

Atentamente
Farfaramir, el promotor del talento latino

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