martes, 18 de septiembre de 2012

Mirageman

Estimados Lectores:

Recuerdo una ocasión en que leí que Spider Man no podía vivir en Santiago, y en realidad los motivos saltan a la vista: no podía columpiarse a través del Smog, los edificios altos quedan en Vicatura donde no pasa nada y para más las Últimas Noticias lo estarían hinchando todo el rato con Mary Jane. En realidad, ningún superhéroe funcionaría muy bien en Santiago: contra el pobre Bruce Wayne habrían puras marchas contra sus proyectos empresariales, Superman tendría que trabajar en The Clinic y el Wolverine sería el jefe de la barra de los abajo. Sin embargo, hace unos años apareció Mirageman, en un legítimo intento de reivindicar al superhéroe chilensis. Por mucho tiempo, decidí evitarlo... Pero chicos, me voló el cerebro desde los primeros minutos de película. Ahora ando con puras ganas de ir a patear flaites a la fondas del centro. ¿Quieren saber porque? ¡Entra y descúbrelo conmigo!

¡Nanananananana MIRAGEMAAAAAN!

Título Original: Mirageman
Año: 2007
Director: Ernesto Díaz Espinoza

Estamos en un Santiago dominado por la delincuencia (como el Santiago actual) donde el trabajo de los policías es insuficiente para detener la red criminal que remece la capital (como el Santiago actual). Bueno, igual le ponen un poco de color, pero no deja de ser una visión interesante y cargada de algunos elementos del género negro, un punto para la película ya. En este contexto, Maco Gutiérrez es un guardia de un club nocturno que vive atormentado por su pasado: sus padres fueron asesinados y su hermano menor fue violado dejándolo traumatizado de por vida. (Para que se vayan haciendo la idea de que si esperaban algo más cómico, pues se equivocaron de película). El pobre niño vive retraído en un hospital sin que reaccione, y los doctores le ven pocas posibilidades de que se recupere de semejante trauma. Aficionado a las artes marciales, Maco entrena por las noches dibujando horrendas caricaturas  que lo atormentan durante sus aventuras. Durante uno de sus entrenamientos, Maco salva a una periodista de ser asaltada y violada por un grupo de maleantes, para lo cual usa un pasamontañas y su identidad queda en secreto. Al día siguiente, la televisión explota con su leyenda: del hombre sin miedo que enfrenta a los flaites, imagen que es explotada por Carol Valdivieso, la periodista que rescató, para así llevarse a sí misma a la fama. A tal punto llega la leyenda, que el hermano de Maco ve en él un ejemplo a seguir, y por primera vez se levanta de su convalecencia.

Motivado por esto, Maco Gutiérrez decide crear un alterego para él mismo: Mirageman, el hombre de los reflejos. No tiene superpoderes, no tiene batimovil, se mueve en micro, y golpea flaites a punta de patadas karatekas. Incluso, en una inusual movida, crea una página web de modo que todos los santiaguinos puedan pedirle ayuda para enfrentar sus problemas diarios. Sin embargo, ni la prensa ni los chilenos reaccionan de la forma que el piensa (en realidad, reaccionan exactamente como reaccionarían en la vida real): son chaqueteros, se burlan de sus logros y ridiculizan su traje, e incluso utilizan su página web para retarlos a duelos personales. Sin embargo, poco a poco comienza a ganarse sus propios seguidores, incluso un hombre que se llama a sí mismo "Seudo-Robin", un cuarentón sin demasiadas habilidades. En este contexto, Mirageman deberá enfrentarse a los demonios de su pasado mientras persigue una red de pedofilia que asola la ciudad y que ha secuestrado a una joven niña. (De verdad, ¿pensaban que esta película era una clase de broma?) y al mismo tiempo, vemos como los medios de comunicación lo utilizan para obtener rating (exactamente como lo habrían hecho los medios chilenos). ¿Podrá Mirageman sobrevivir a su mayor enemigo, la sociedad chilena?


No sé por donde empezar a explicarles lo enorme que esta película es, me sorprendí a mi mismo pegado a la pantalla del computador televisor expectante al desenlace de tan magnífica historia. Y como historia es lo primero que menciono, vamos por ello: Mirageman es un superhéroe original. Dirán "como si no hubieramos visto antes el superhéroe cotidiano", el "héroe sin poderes". Sí, pero sus motivaciones son reales, su contexto es real, y el mismo hecho que se desenvuelva en la sociedad chilena, que sea afectado por ella, lo hace un superhéroe único e insuperable. Marko Zaror hace un esplendido trabajo como el ser atormentado por su pasado, sin que jamás se abuse de este como un recurso de melosería. Jamás vemos que sucedió con los padres de Mirageman, solo tenemos un recorte de diario y unos dibujos que bombardean la película cada cierto rato y que le otorgan su toque al héroe. Sus reacciones son bastante buenas, especialmente tras una traición (que no diré acá porque ya me han llegado muchas cartas amenazantes por spoilers en otras películas. Por favor, era OBVIO que Samuel L. Jackson era el villano en el Protegido, ¿quien creen que estaban poniendo las bombas, ah?) con una chocante escena en la azotea de un edificio santiaguino. Por cierto, es sorprendente lo obscura que lograron hacer esta película, si lo piensan, solo la película más obscura de superhéroes (Watchmen) se había atrevido a jugar con un tema tan delicado como la pedofilia, e incluso en esa es tratado de manera caricaturesca. Acá, los crimenes son reales, cotidianos y violentos, y por ello, resulta realista que Mirageman sea un el héroe al que miremos y admiremos.

Por otro lado, a diferencia de muchas películas chilenas, Santiago está retratado de manera muy real pero sin caer en clichés, a tal punto que logra armonizar los elementos de nuestra cultura con escenas clásicas del cine de acción, y aun así crear un producto único y original. Me encantó el tratamiento a la prensa chilena, porque, seamos realistas, es EXACTAMENTE el trato que se le daría a Mirageman si mañana apareciera rescatando a una periodista. Farandulizándolo todo, jugando con las emociones y nobles ideales de un héroe con tal de obtener ganancias y rating... En ese sentido, Carol Valdivieso (interpretado por María Elena Sweet) es un personaje enorme... Una perra, pero enorme. Tramposa, amante de la fama, pero sin caer en lo caricaturesco, se eleva como el verdadero villano de la película (más allá de los maleantes karatekas que rondan la ciudad). Me fascina también la ocasional aparición de una presentadora de televisión haciendo comentarios mala leche contra Mirageman, me daban ganas de salir y pegarle una patada por pesota. De verdad, ¿somos tan chaqueteros los chilenos? La respuesta es sí, y es exactamente lo que esta película refleja. No puedo dejar de mencionar a Seudo-Robin, un enorme personaje que me sacó hartas risas, pero que al mismo tiempo demostró otra gran virtud de esta película: nunca cayó en un humor ridículo ni chacabano que podría quitarle el toque de realismo que posee esta película. Si me reí en algún punto de la película, no fue por chistes tontos ni obvios, como bien pudieron haber hecho con un superhéroe en Santiago, otro gran ticket para este guión.

Queridos televidentes... soy una perra.

Sin embargo, no puedo dejar de mencionar el enorme trabajo que hicieron con las escenas de acción. Sin caer en enormes efectos visuales, las coreografías, creadas por el mismo director Ernesto Díaz, son enormes y muy bien logradas, a tal punto que me sorprendió lo fantásticas que quedaron ciertas secuencias hacia la mitad de la película, emulando un cine de karatekas y ninjas sin caer en el ridículo. Mirageman hace piruetas impresionantes durante toda la película, sin cámaras lentas, sin extras, sin cables, es todo acción pura y entretenida. Quizás la fotografía no sea la más impresionante, pero a quien le importa, es un pequeño detalle de presupuesto, y no una mala distribución de dineros, como en la review de ayer de Mampato. De todos modos, el trabajo de cámaras es a ratos muy interesante, especialmente en las luchas contra los jefes finales (sí, ese es un cliché que me encantó que utilizaran). La música también calza muy bien con la película, en la mayoría de los films chilenos tenemos la tendencia a poner soundtracks cantados con melodías que nadie conoce, aquí se agradece que por una vez no caigamos en lo mismo. Las películas son eso, películas, no trampolines para que artistas nacionales de segunda categoría muestren su último single. Sin ofender, algunos son muy buenos, pero otros... ñeh. Como sea, me sacó el sombrero por el enorme trabajo artístico detrás, demuestra que a pesar de no tener muchos recursos, es posible hacer algo realmente impresionante.

Todavía estoy sorprendido de que esta película no suene tanto entre las películas chilenas que nuestros críticos suelen inflar hasta las nubes. Es simpática, es entretenida, es chilena. ¡Y es enorme! Personalmente, la disfruté más que otros experimentos que han sacado tantos aplausos en Chile pero que son ignorados en el resto del mundo, ¡esto es cine caballeros, cine atrevido y de verdad! No cae en el sexo ni el golpe militar para crear una buena historia, pero al mismo tiempo no cae en esa suerte de "Chile Alternativo E Irreal" de Nicolás López (nos estamos acercando a eso, tranquilos). Quizás la misma película se aventuraba a lo que eventualmente iba a pasar: ignorada por la prensa y ocupada solo para ridiculizarla, quizás caiga por un tiempo en el olvido, pero son los mismos espectadores que nos asombramos con las aventuras de un enmascarado golpeando flaites en las calles de Santiago los que sabremos dar el reconocimiento que merece. Porque Mirageman traspasa y crea una leyenda, un héroe al que admirar, aquel que no teme a quienes se creen dueños de la calle, ni a la prensa preocupada de la farándula y de destruir vidas... La leyenda de un chileno. De un héroe. De Mirageman. 10/10 para esta obra maestra.

Atentamente,
Farfaramir

4 comentarios:

  1. La voy a ver.
    A propósito, el otro gran héroe chileno que conozco es Calcetín Con Rombos Man.

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    1. Payaso, calcetín con rombos man es solo un muñeco (jajajaaaa, es un chiste), bueno cada uno cree en un solo héroe, pero puedo decir que hay un héroe que en verdad, si tiene poderes ¿podria decirles quien? (exigió respuesta)

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    2. Kiltro...!!! Reconozco que no he visto Mirageman, pero sí Kiltro, que tiene una trama menos elaborada, a juzgar por esta reseña.
      Saludos!

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    3. Maldición! Se suponía que este año iba a revisar Kiltro. La patearé para el 2016, pero me acordaré.

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