Estimados Lectores:
Mi relación con los Aliens y los Depredadores ha sido por muchos años un asunto que pasa con facilidad del amor al odio. Por un lado, recuerdo la navidad en que recibí dentro en un misteriosa caja un juego que como portada traía una calavera: Aliens v/S Predator para Mac. A mi papá le preocupaba que el juego fuera muy violento y no nos gustará... ¡Todo lo contrario, humanos despedazados por pasillos obscuros y tétricos, sangre amarilla y verde volando por todas partes, monstruos deformes saltando desde alcantarillas en las paredes, fue el juego más educativo de mi infancia! Pero ya profundizaré más en ello cuando revisemos las películas (esa es la parte del odio, en la relación de amor y odio, por si no era obvio). La saga de Aliens ha tenido altos y bajos, y bajísimos, unos que se encuentran en agujeros profundos al fondo de la tierra que he temido desenterrar por mucho tiempo, y sin embargo, consideré necesario revisar para el gran estreno de Prometheus, la nueva película de Riddley Scott. Alien: El Octavo Pasajero da inicio a una revisión necesaria dentro del Blog, de dos sagas de películas muy distintas entre sí, pero que en algún punto de la historia coincidieron con cierto éxito en los comics, y con un estrepitoso fracaso en las películas. De paso, aprovecho de iniciar al tiro el segundo mes de la Ciencia Ficción, en que revisaremos "El remanente" de películas que se nos quedaron atrás la primera vez. ¿Comentamos? (Con todos los Spoilers de la vida, porque si estas en el año 2012 y no has visto esto, entonces no tenemos nada de que hablar).
En un agujero en el pecho de un humano, vivía un pequeño alien.
Título Original: Alien
Año: 1979
Director: Riddley Scott
Quizás sea necesaria introducir a la aceituna amarilla gigante con cola de allá arriba. Estimados Lectores, les presento a Alien. Alien, estos son los estimados lectores, y desde ahora en adelante, tu estimado almuerzo. ¡Que lindo es hacer amigos! Alien es un ser bastante tímido, gusta esconderse en las alcantarillas y sistemas de ventilación, donde alcanza un tamaño de hasta 2 metros de altura (Un poquito más cuando se trata de "Señora Alien"). Armado con una cola puntiaguda, piel negra, sangre corrosiva, una boca retractil dentro de su boca (Lejos, lo más espectacular de Alien), garras afiladas, y un sentido salvaje primitivo que lo convierte en quizás la máquina más letal de la historia del cine. Lo peor de todos son sus ojos, que bueno, no existen, o al menos no es posible verlos, nunca sabes hacia donde está mirando, es literalmente una pesadilla con patas. Y si todo esto no fuera suficiente para causar el peor de los espantos, entonces vente a enterar como nace un alien. Mamá Alien pone huevos, pequeños y hermosos huevos que cuida con amor y cariño, tan bellos como una verruga en la cara de la tatarabuela, de los que saltan hermosas arañas que se incrustan en tu rostro. La pesadilla recién comienza, porque cuando crees que ya estás libre (al rato, la pobre araña muere =(... ), sientes una extraña sensación en el pecho, y entonces, ¡SPLASH! Tu pecho se abre en dos y un horrendo parásito sale corriendo dejándote para que te mueras desangrado. ¿Lindo, no, como para comentar antes de almuerzo? Pero en la película (de casi dos horas), el bicho no aparece hasta muy avanzado, lo cual no la vuelve menos interesante.
Todo comienza tras unos créditos estilosos espaciales con la espectacular música de Jerry Goldsmith (tétrica, pero no por eso menos sublime), donde se nos presenta a Nostromo, una enorme y siniestra nave espacial comercial del futuro. En ella, 7 pasajeros viajan desde un planeta distante a la Tierra con una carga de minerales. La tripulación está conformado por mercenarios y contratistas, que puro quieren que les paguen rápido para bajarse de la nave apenas puedan, por lo que no es extraña la mención a una "Compañía" que debía cumplir ciertas cláusulas contractuales (Un concepto que se irá repitiendo en las siguientes películas). La tripulación es variada: Tenemos al capitán Dallas, al negro que hace bromas pesadas, al científico pesadón Bilbo Bolsón (Sip, el mismísimo Ian Holm, quien lo diría), a Kane, a Ripley, y al gato, que se llama Jonesy (el chiste: el es el octavo pasajero). Ah, y otro par de personajes bastante olvidables, aunque es curioso, el que conoce la saga sabe que Ripley es la protagonista que se perpetuará durante los años, sin embargo, esto no es para nada evidente en el principio de la película, y quizás eso le da cierta magia. No sabemos quienes estarán vivos al final, puesto que el valiente capitán Dallas caerá muy rápido. Como sea, los tripulantes están sorprendidos porque han sido despertados de su invernación antes de llegar a la Tierra. Al rato, descubren el motivo: la nave los ha despertado para responder a una transmisión de emergencia enviada desde un planeta cercano. A regañadientes, parte de la tripulación desciende al planeta para ver que cabro chico anduvo jugando con el teléfono de papá Alien. El planeta es tétrico y lleno de gases, y al rato descubren una nave abandonada. La tripulación de extraterrestres murió hace muchos años, y en ella sólo hay huevos pegajosos y poco agradables. Kane se acerca, y como no leyó el primer párrafo de mi review no se da cuenta que de los huevos salen arañas que se te pegan en la cara.
Todo comienza tras unos créditos estilosos espaciales con la espectacular música de Jerry Goldsmith (tétrica, pero no por eso menos sublime), donde se nos presenta a Nostromo, una enorme y siniestra nave espacial comercial del futuro. En ella, 7 pasajeros viajan desde un planeta distante a la Tierra con una carga de minerales. La tripulación está conformado por mercenarios y contratistas, que puro quieren que les paguen rápido para bajarse de la nave apenas puedan, por lo que no es extraña la mención a una "Compañía" que debía cumplir ciertas cláusulas contractuales (Un concepto que se irá repitiendo en las siguientes películas). La tripulación es variada: Tenemos al capitán Dallas, al negro que hace bromas pesadas, al científico pesadón Bilbo Bolsón (Sip, el mismísimo Ian Holm, quien lo diría), a Kane, a Ripley, y al gato, que se llama Jonesy (el chiste: el es el octavo pasajero). Ah, y otro par de personajes bastante olvidables, aunque es curioso, el que conoce la saga sabe que Ripley es la protagonista que se perpetuará durante los años, sin embargo, esto no es para nada evidente en el principio de la película, y quizás eso le da cierta magia. No sabemos quienes estarán vivos al final, puesto que el valiente capitán Dallas caerá muy rápido. Como sea, los tripulantes están sorprendidos porque han sido despertados de su invernación antes de llegar a la Tierra. Al rato, descubren el motivo: la nave los ha despertado para responder a una transmisión de emergencia enviada desde un planeta cercano. A regañadientes, parte de la tripulación desciende al planeta para ver que cabro chico anduvo jugando con el teléfono de papá Alien. El planeta es tétrico y lleno de gases, y al rato descubren una nave abandonada. La tripulación de extraterrestres murió hace muchos años, y en ella sólo hay huevos pegajosos y poco agradables. Kane se acerca, y como no leyó el primer párrafo de mi review no se da cuenta que de los huevos salen arañas que se te pegan en la cara.
Galileo Alien tomó una siesta y jamás despertó.
La tripulación asustada trae de regreso a Kane (a pesar de la negativa de Ripley), lo cual derivará en la secuencia ya explicada: explosión de esternón, alien que sale corriendo por el sistema de ventilación de la nave y se desata el caos. Uno a uno, los miembros de la tripulación comienzan a caer en manos de una letal criatura. El diseño de la nave (que parece una fábrica gigante, llena de goteras, fuga de gases, tubos, y metales, sólo que en el espacio) no ayuda demasiado a la pobre tripulación, la cabezota del Alien bien puede servir como un excelente camuflaje en tan cerrado espacio. Y es por eso que la película es el cine de terror llevado a su más perfecto extremo: una criatura que puede camuflarse en los rincones más obscuros, en un espacio donde buscar al gato puede ser una actividad fatal, una pesadilla andante con dos bocas para saciar su hambre de humanos. Nota: Siempre creí que Alien se comía a sus víctimas, pero eso es un error popular bastante difundido que las siguientes Aliens vienen a dismitificar. Si buscan en youtube, hay una escena donde se muestra a los cadáveres de los demás tripulantes listos para ser "cultivados" por arañas. Como sea, no ayuda demasiado el hecho de que poco a poco se descubre que la llegada de Nostromo al planeta abandonado bien podría no ser una mera coincidencia como se creía al principio, y uno de los tripulantes está más que dispuesto a dejar con vida al monstruo. La peor parte es que sólo cuentan con un lanzallamas para rostizar al bicho, pero al rato demuestra su inutilidad. Todo esto nos lleva a una lluvia de escenas de muerte excelentes, mi favorita es el pobre Capitán Dallas, quien tiene la fantabulosa idea de meterse al sistema de ventilación a buscar al bicho, con un detector de movimiento. De nada le sirve, claro, porque al rato pobre Alien le da un abrazo y chao Capitán. Eso es un elemento genial que las siguientes películas olvidaron: la aparición fugaz del Alien, sólo lo justo y necesario, porque mostrarlo a cada rato le quita la magia.
Ya lo he dicho, pero en general, el diseño de los espacios es genial. Quizás el exterior del planeta pueda parecer un poco chanta, pero en general la película es un juego de interiores. Nostromo es un infierno de metal y tubos, un laberinto diseñado para servir de ratonera para humanos, también podríamos mencionar el cubículo computacional (más rasca que Windows Vista) donde funciona Madre, la misteriosa computadora central de la nave. El diseño del Alien, para que decirlo, es perfecto, aunque ya hemos dicho suficiente al respecto. Lo que siempre he detestado, eso sí, y que tendré el disgusto de encontrarme en las posteriores secuelas, es... ¿Porque los robots tienen que tener sangre blanca? ¿No podían tener combustible, aceite, u otra cosa menos desagradable? Cada vez que un robot sangra, parece que le hubiera caído leche con cereales encima. Y ya que estamos en esto, en general, los efectos especiales son muy decentes para la época, las imágenes del espacio y la nave moviéndose son casi al nivel del Star Destroyer persiguiendo a la nave de la Princesa Leia al principio del Episodio IV. Ya, ya, ahora esos efectos parecen absurdos, pero para 1979, movimientos No Robocop siempre se agradecen.
El anillo. ¿DONDE ESTÁ EL ANILLO?
La película es entretenida, aunque un poco latosa a ratos (como las conversaciones del desayuno del principio, o la lentísima llegada a la tierra, yo cacho que el bicho del telescopio se murió del aburrimiento durante la escena final), proporcionando momentos de tensión bastante altos, donde hasta la aparición de Jones el gato nos puede hacer saltar. Dos escenas merecen especial mención: El final, (copiado una, dos y mil veces por las secuelas), donde Ripley escapa con el gato en un transportador y Nostromo explotando como la estrella de la muerte. Todos celebramos, los ewoks abrimos la champaña, estamos esperando los créditos finales, cuando ¡SAS! El maldito bicho se ha metido a la nave! Un bicho bastante lerdo por cierto. La escena en sí es excelente, aunque un poco ridícula en cuanto a la total inactividad del Alien hasta que lo tiran al espacio. Se perdona. Pero la más sublime de todas, a mi gusto, es la escena donde el moribundo Bilbo Bolsón (Que tras perder el anillo decide convertirse en un Robot), donde lanza loas a la criatura del Alien. Replico el diálogo, Ripley le pregunta si acaso admira al alien. El responde: "I admire it's purity. Unclouded by consience, remors, or desilusions of morality". Chao, esa pura frase es en sí es mucho más genial que todo el discurso meloso de "El Árbol de la Vida". Es por eso que esta película es superior en el género del terror. No es simplemente el monstruo de turno devorando mercenarios. Es una lucha de la ambición humana representada en la Compañía que quiere instalar una represa en la Patagonia hacerse de una máquina letal, versus la supervivencia individual de cada hombre. O mujer, en este caso.
Como sea, este es un clásico del terror y la ciencia ficción que no debería faltar en la colección de nadie. Quizás ahora, con el Alien enfrentando a Depredador, Terminator, Superman, Linterna Verde (Nop, no he inventado ninguna de esas, todas las pueden encontrar en Internet), ha perdido un poco su misticismo como monstruo, sólo falta que lo metan a mundos opuestos y lo perdemos para siempre. Pero fuera de eso, el legado es indiscutible. Como decía Bilbo, es un monstruo sin motivaciones, sin limitaciones, no movido ni por el hambre ni la venganza, ni para aterrorizar niños en Elm Street ni vengar a la madre decapitada junto a Crystal Lake. Simplemente, es un sobreviviente, y lo mismo puede decirse de la película. Le doy un 10/10, una película redonda y a la que no debería agregársele ni quitársele nada (salvo unas transiciones de sonido más rascas, falto que se escuchara en el fondo a Riddley Scott gritando "Buena toma, nos vemos al almuerzo", pero son detalles menores, y creo que arreglados en la edición especial Director's Cut). Ahora, como toda buena película de terror, tendrá secuelas, no tantas como otras del género, pero si lo suficiente para ver como decae la calidad... Pero no todas, aún tenemos ejemplos notables, y bastante jugo corrosivo para exprimir aún.
Atentamente
Farfaramir, el Octavo Pasajero
Esto es un clásico con todas las de la ley, sí, señores
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