Cuando ya tenía todo pensado para el mes del terror me acordé que me
faltaba una película sobre vampiros… Sé que están bien venidos a menos en los
últimos años, pero no por culpa de Edward Cullen los podía ignorar así que me
dispuse a investigar sobre alguna película de vampiros no brillantes ni depresivos
y me acordé que hace un par de años escuché sobre una de vampiros depresivos
pero no brillantes, y que, más importante aún, Tom Hiddleston era el
protagonista, así que se acabó la búsqueda y empecé a verla… Lo que resultó se
lo cuento más abajo.
Adam es un vampiro músico que vive en una casa abandonada en Detroit,
coleccionando guitarras antiguas que le provee su amigo humano Ian y comprando
sangre en el hospital de la ciudad. Su esposa Eve, que vive en la exótica
ciudad de Tanger en Marruecos, nota que su esposo está deprimido por lo que
decide hacer un viaje y acompañarlo un tiempo, dejando atrás su casa y a su
misterioso amigo Christopher Marlowe.
Sin embargo, Eve no llegará sola, ya que también decide hacer una aparición
sorpresa su hermana Ava, quien en una sola noche destruirá la oculta y
tranquila vida que lleva Adam en la ciudad.
Antes de comentar nada, debo reconocer que me demoré varios días en
terminar esta película, lo cual no es una muy buena señal. No sabía que iba a
ver, pero pensaba que era algo más convencional de vampiros, pero esto no es
más que un drama vampiresco con bien poca profundidad. La trama de la película
es Adam deprimido de vivir tantos años y tener que soportar a los humanos, eso
que se lo pasa escondido componiendo música que lo ha convertido en una leyenda
underground y solo se comunica con un humano, Ian, que le hace los encargos.
Adam tiene una esposa vampiro que, irónicamente está llena de vida y ve el lado
bueno de ser inmortal, así que lo trata de sacar de la depresión vampiresca con
amor y más música. Aquí no hay mucho conflicto hasta que aparece la hermanita
oveja negra, Ava que le gusta vivir la vida loca como uno se imagina la vida de
los vampiros, y a el fome de Adam no le gusta.
Esa es la trama, eso es lo que pasa… en verdad no pasa nada. La película
dura dos horas y y más de una hora la película una secuencias de imágenes de
Adam deprimido y Eve en su paraíso exótico árabe, separados por la distancia y
comunicados por Skype. Y cuando uno cree que se viene algo de acción tampoco
pasa nada, y no hablo acción tipo superhéroes y autos chocando, sino de alguna
reacción emocional o algún giro inesperado… No pasa nada, solo estamos viendo
la vida cotidiana de tres vampiros.
No quiero ser tan tajante con la película, porque visualmente es hermosa,
llena de contrastes y lugares fantásticos. Lejos la música debe ser lo mejor de
todo. Incluso los actores están todos geniales: Tilda Swinton hace de sí misma
como vampiro, una diosa; Mia Wasikowska siempre tan distinta en todos sus papeles
que apenas se reconoce; Tom Hiddleston no tengo nada que decir, lo amo (aunque
pudo dar más)… No puedo más que sentir que este trío de protagonistas con
rasgos tan distintos unos de otros están totalmente desaprovechados tratando de
contar una historia tan simple. No es que las historias simples valgan menos,
bienvenidas las historias simples entre tantas cintas que son puras
explosiones, pero lo simple puede ser interesante, como el dicho menos es más,
y en este caso hay solo simpleza sin profundidad.
Por todo esto, no recomiendo Only Lovers salvo que sea fanático de los
vampiros o de alguno de los actores. Como ya dije visualmente es hermosa, pero
se torna monótona y plana al rato, no importa cuán genial sea la música y la
fotografía. Se le podrían dar interpretaciones más rebuscadas y hablar del ir y
devenir eterno y como sería ser inmortal, pero eso sería meterse en temas que también están
tratados muy por encima en la película. Así que si quiere ver vampiros, hay
muchos clásicos que valen más la pena y que sí son de terror, aunque se agradece que ningún vampiro
brille ni se enamore de una pendeja sin gracia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario