Requiem for a Dream

Estimados Lectores:

Había escuchado largo y tendido sobre la que es, supuestamente, una de las películas más absurdamente deprimentes de la creación, pero jamás me había dado el trabajo de sentarme a verla. Sin embargo, en mi caso existían dos estímulos muy fuertes para finalmente vencer el temor: el soundtrack es de los más épicos que existe, tan así que fue usado en el año 2002 para el avance de Las Dos Torres y todos enloquecimos (¿quien diría que provenía de una película sobre drogadicción y señoras que ven Sábado Gigante?), ¡y por otro lado, es una adaptación realizada por Darren Aronofsky, director de una de mis películas favoritas de la vida, The Fountain (y Black Swan... y sigh... Noah)! Así que, ¿es realmente la cinta más deprimente jamás concebida? Probablemente. Muy probablemente.

¿Soy yo, o esta imagen sería replicada en Suicide Squad con Jared Leto, solo que en lugar de revistas ahora hay cuchillos? 

Título Original: Requiem for a Dream

Año: 2000

Director: Darren Aranofsky

¿Han visto esas fotos de facebook motivacionales que comparte tu tía que aún no descifras como llegó a tu lista de contactos, sobre como si te esfuerzas puedes lograr lo que te propones y que incluso en la hora más oscura hay esperanza? Bueno, mala suerte: Requiem for a Dream es tu imagen antimotivacional que comparte tu primo de quince años fanático de My Chemical Romance. Es la película que destruye toda la fe y esperanzas en un futuro mejor. Si estás de buen humor antes de ver Requiem for a Dream, existe una alta posibilidad de que termines con insomnio mirando el techo; y si estabas de humor de muerte, es muy probablemente que también termines mirando el techo. En una bañera llena de agua. Y arrojes una tostadora enchufada adentro...

No es tan extraño, después de todo, Darren Aranofsky no se caracteriza precisamente por contar historias felices. Black Swan cuenta del camino a la locura de Natalie Portman y The Fountain narra sobre la futilidad de la búsqueda de la inmortalidad, ambas historias al final del día sobre el costo del triunfo. Incluso Noah transforma una fábula de animalitos que cantan en una depresiva destrucción del mito original sobre un tata chalado que quiere asesinar a sus nietos no nacidos, ¡pero incluso en ellas había una gota de esperanza, algo que te mantuviera a flote! (Como... ¡Un arca! Entienden, porque Noah es sobre el Arca de No... Olvídenlo). No en Requiem for a Dream... No, esta película te hunde más y más en un pozo de brea y miseria, y cuando estás al fondo agarra un martillo y te machaca el cráneo, ¡pero aún estás vivo! ¡Porque tienes que quedarte hasta el final de la película!

En Requiem for a Dream, seguimos las desventuras de cuatro personajes a lo largo de tres estaciones mientras pierden la batalla contra sus adicciones: Sarah (Ellen Burstyn) y como la esperanza de aparecer en un programa de televisión la vuelve dependiente de píldoras que suprimen el apetito; Harry (Jared Leto), su hijo, y como un negocio con drogas lo arrastraran a él y a su novia Marion (Jennifer Connelly) cada vez más lejos de sus sueños; y de su amigo Tyrone y sus desesperados intentos por mantener a flote el negocio de tráfico de ambos, uno que podría llevarlos al éxito o a la absoluta miseria. 

Una comedia para toda la familia

Como esta es una película relativamente antigua y conocida, supongo que gastarme en elogios a esta altura no tiene mucho sentido... pero lo haré brevemente de todos modos. Holy shit, digan lo que quieran sobre que es melodramática y exagerada, pero Darren Aranofsky si que supo dirigir Requiem for a Dream para convertirla en un película absurdamente angustiante. El solo montaje y la música hacen esta historia, el producto final realmente logra transmitir las sensaciones de los personajes mientras van cayendo en la adicción. El guión pudo ser sobre la alegría de jugar con barro en el parque y aun así me habría dado de cortarme las venas... Si tuviera que formular un reparo, siento que ciertas escenas pudieron usar un poco menos de soundtrack (hacia el final creo que son 15 minutos seguidos de violines de muerte), pero en general la película se maneja bien en ese aspecto.

¿Si quiera necesito decir que todos son extraordinarios en esta película? ¡Ellen Burstyn estuvo nominada al Oscar, y en mi cabeza debió haber vencido a Julia Roberts por Erin Brockovich! Incluso Marlon Wayans, a quien solo recordaba como el negro adicto a la marihuana con risa ridícula de Scary Movie se luce en este papel, a pesar de que... bueno, solo podía verlo como el negro adicto a la marihuana con risa ridícula de Scary Movie. 

Pero quiero detenerme a preguntarnos: ¿necesita ser esta cinta tan miserable como lo es? ¿Necesitamos que los personajes caigan en el peor agujero posible? La película se llama Requiem por un Sueño y no es coincidencia: es la muerte de los anhelos de cada uno de los cuatro personajes, a pesar de que el verdadero fuerte de la película está en mostrar las esperanzas del personaje de Ellen Burstyn, porque quiere asegurarse de realmente hacerlos papilla hacia la última media hora de película. 

Tras meditarlo unos días, supongo que necesita serlo: la película no es una historia sobre la miseria humana por razones azarosas, es como las adicciones matan esos sueños. Quizás la forma en que cada personaje cae en sus distintos infiernos no dependa siempre de uno (Ellen Burstyn básicamente es arrastrada sin que si quiera se de cuenta), pero al final del día, son estos personajes los que toman la decisión final. Es Jared Leto quien decide darse un pinchazo más en el brazo, es Jennifer Connelly quien decide ir a la orgía... Cada uno de ellos se ha vuelto esclavo de sus adicciones, y eso es lo que les conduce a sus finales horrorosos...

...

...Lo que no quita que los últimos quince minutos sean una enorme porno de depresión y desgracia, digo, ¿VIERON LO QUE LE HACEN A JARED LETO? ¡Holy Shit! ¡Y ni me comiencen con Ellen Burstyn, esa historia si que se fue de los riel...! ¿De qué estábamos hablando? 

¡Cierto, Requiem For a Dream! Si no la han visto, piérdanle el miedo. Es terrible, sí, y a veces quizás va demasiado lejos para dar su mensaje, pero nadie puede negar que está bellamente dirigida, editada y actuada. Y no se olviden de revisar las demás películas del catálogo de Aranosky. Menos Noah. Si quieren deprimirse por las razones equivocadas, vean Noah y lloren sobre la carrera de Emma Watson. 

Atentamente, 

Farfaramir, el Optimista