Estimados Lectores:
Claro, Farfaramir, vas a ver una película animada sobre conejitos cambiándose de madriguera, ¿qué puede salir mal? Después de todo, los conejos son criaturas amables y amigos de Bambi, y tienen ojos grandes y comen zanahorias y dicen "¿que hay de nuevo, viejo?" Y película animada sobre animales que hablan solo pueden significar canciones y personajes hiperactivos y chillones. ¡EQUIVOCADOS! ¡BIENVENIDOS AL INFIERNO! Watership Down es una gran patada en la raja de realismo hacia Disney. Y, es a mi juicio, una obra maestra de la animación. ¡Vamos con el genocidio y la guerra civil entre facciones de orejudos!
FOR KIDS!
Título Original: Watership Down
Año: 1978
Director: Martin Horsen
Tras una introducción mitológica digna del Silmarillon sobre el origen de los conejos, conocemos a Fiver, una liebre que comienza a tener visiones apocalípticas mostrando la colina, donde él y su colonia de conejos habitan, cubierta de sangre. Decidido a salvar a cuantos pueda, comenta esta situación con el resto de la comunidad. Algunos le creen, otros solo lo ven como un alarmista lunático. Los primeros deciden acompañarlo en búsqueda de un nuevo hogar, pero más allá de la madriguera espera un mundo donde depredadores, trampas para conejos y sociedades tiránicas de conejos (en serio) vuelven las posibilidades de sobrevivir algo ilusorio.
Lo primero que llama la atención de la película es el estilo semi realista del dibujo, con paisajes pintados a mano y conejos que parecen... conejos. En lugar de irse por la parada caricaturesca, sabiendo que nos vamos a enfrentar a temas más maduros, Watership Down se la juega por mostrar conejos y animales muy cercanos a como serían en la vida real. Y curiosamente, los conejos actúan más como conejos que como "humanos en cuerpo de conejo". Simples acciones como rascarse la oreja o oler el aire se ven muy naturales, como si realmente estuviéramos ante animales que han desarrollado una suerte de intelecto pero que siguen siendo, esencialmente, animales. Para que se hagan una idea, comparemos.
Mírenlo. Hermoso, tierno, de ojos grandes, abriendo la boca de forma desproporcionada, y usando los brazos como si fuera una pequeña guagua. ¡Que lindo peluche! Claro... los verdaderos conejos no son así, si viera un conejo abrir la boca de ese tamaño probablemente sería porque se le rompió la mandíbula.... pero nos gusta pensar que son así, ¿no? Veamos uno de Watership Down:
Eeeeem... No era el que estaba buscando. ¡NEXT!
Ignoren la cabeza flotante. Fíjense en la posición del cuerpo, las proporciones, incluso los ojos oscuros. Ese es un conejo de verdad. ¿Porque es importante? Bueno, porque al hacerlos reales, los peligros a los que se enfrentan estos conejos en "éxodo" son, al mismo tiempo, muy reales. Durante la primera hora de película asumes que ninguno de los conejos va a sobrevivir, idea que es reforzada porque los conejos, efectivamente, empiezan a morir. Y no de formas lindas o detrás de cámaras, ¡no, a estos conejos los hacen pebre! Son atropellados por camiones, devorados por águilas, o incluso desangrados por trampas humanas en escenas inusualmente gráficas.
Con todo esto, puede que de la impresión de que Watership Down es una película morbosa, pero en realidad, es solo realista. A pesar de tener cabezas flotantes y un conejo "El Gobernador" (solo le faltó tener una hija conejo zombie en la madriguera), simplemente se remite a mostrarnos como es en realidad la naturaleza. Peligrosa, siniestra, macabra, pero al mismo tiempo hermosa y mística cuando se lo propone. Es un excelente equilibrio el que se logra en Watership Down.
Lo primero que llama la atención de la película es el estilo semi realista del dibujo, con paisajes pintados a mano y conejos que parecen... conejos. En lugar de irse por la parada caricaturesca, sabiendo que nos vamos a enfrentar a temas más maduros, Watership Down se la juega por mostrar conejos y animales muy cercanos a como serían en la vida real. Y curiosamente, los conejos actúan más como conejos que como "humanos en cuerpo de conejo". Simples acciones como rascarse la oreja o oler el aire se ven muy naturales, como si realmente estuviéramos ante animales que han desarrollado una suerte de intelecto pero que siguen siendo, esencialmente, animales. Para que se hagan una idea, comparemos.
Mírenlo. Hermoso, tierno, de ojos grandes, abriendo la boca de forma desproporcionada, y usando los brazos como si fuera una pequeña guagua. ¡Que lindo peluche! Claro... los verdaderos conejos no son así, si viera un conejo abrir la boca de ese tamaño probablemente sería porque se le rompió la mandíbula.... pero nos gusta pensar que son así, ¿no? Veamos uno de Watership Down:
Eeeeem... No era el que estaba buscando. ¡NEXT!
Ignoren la cabeza flotante. Fíjense en la posición del cuerpo, las proporciones, incluso los ojos oscuros. Ese es un conejo de verdad. ¿Porque es importante? Bueno, porque al hacerlos reales, los peligros a los que se enfrentan estos conejos en "éxodo" son, al mismo tiempo, muy reales. Durante la primera hora de película asumes que ninguno de los conejos va a sobrevivir, idea que es reforzada porque los conejos, efectivamente, empiezan a morir. Y no de formas lindas o detrás de cámaras, ¡no, a estos conejos los hacen pebre! Son atropellados por camiones, devorados por águilas, o incluso desangrados por trampas humanas en escenas inusualmente gráficas.
Con todo esto, puede que de la impresión de que Watership Down es una película morbosa, pero en realidad, es solo realista. A pesar de tener cabezas flotantes y un conejo "El Gobernador" (solo le faltó tener una hija conejo zombie en la madriguera), simplemente se remite a mostrarnos como es en realidad la naturaleza. Peligrosa, siniestra, macabra, pero al mismo tiempo hermosa y mística cuando se lo propone. Es un excelente equilibrio el que se logra en Watership Down.
Bueno, CASI todo no es caricaturesco
Pero además de esta idea de la naturaleza peligrosa, la película juega a una especie de "Granja de los Animales" con varias subtramas de diversas colonias de conejos organizadas tiranicamente. Esto nos conduce, curiosamente, a una guerra civil de conejos, lo cual no deja de ser estúpido cuando alguien te lo cuenta, pero verlo animado con este estilo es simplemente sublime. Pero no todo es guerra y muerte: también tenemos muchas escenas filosóficas y místicas, desde la introducción que explica como el conejo está por debajo en la cadena alimenticia a una hermosa secuencia con espíritus con el tema "Bright Eyes", probablemente el punto más alto de lo que ya es en sí, una película que roza la perfección.
Échenle un vistazo, en serio. Si la vieron cuando chicos como yo, probablemente se asustaron y la cortaron a la mitad, pero ahora van a poder apreciar el arte, la animación, el mensaje detrás y el gran trabajo que consiguieron estos ingleses. Un 20 de 10, la vería de nuevo.
Atentamente,
Farfaramir, el Gobernador Tiránico
No puedo tomarme en serio un análisis que dice que una película es buena simplemente porque es contraria a la modalidad de otra compañía de entretenimiento que no sigue tus subjetivos valores de lo real y lo no-real, en lugar de analizar a la película en si misma y por ella misma con objetividad. Siguiendo esa lógica, las filmaciones de violaciones o pedo-filia serían de tu mayor agradado porque no esta en la lista de valores de lo que Disney pone en sus películas (también es notable que solo tienes conocimiento de una pequeña parte del contenido que hace Disney)¿Suena ilógico? Pues así es tu análisis. Yendo a la película Watership Down no es buena solo por su "crudo realismo" que para mi ya el excesivo excesivo cinismo forzado que fue metido más que ser realista toca el limite de la fantasía (como películas de Tarantino, las obras de Crossed o los cómics de The Walking Dead que ha pesar de ser diferentes y muy buenos trabajos su excesivo intento de realismo roza lo absurdo), el realismo no es simplemente tripas y masacres a diestra y siniestra, la naturaleza es más compleja. Aún así Watership Down nos da en términos generales un buen panorama de la dificultad de la vida en ámbito salvaje, pero como dije es mucho más que eso, porque capta muy bien la naturaleza en su sentido ámbito. La belleza de la película esta en la psicología de los personajes, como todos en su afán por sobrevivir tienen diferentes conceptos de este y como llegar hasta él, pero ante la imposibilidad de sobrevivir solos tienen que llegar juntos a ese fin y ahí radica el conflicto y comienza la autenticidad. Filosofía, poesía en el aire, lo artístico del ambiente, lo profundo de cada momento y como segundos bastan para cambiar las motivaciones de estos bichos demuestran un claro ejemplo de la naturaleza en su más grande esencia. La naturaleza no es cruel, no es malvada, no es morbosa y no es difícil, esta sujeta al conflicto de sus habitantes, que al igual que los humanos (idea del autor) y todos los seres pensantes que osan utilizarla, son el origen de todo milagro y desgracia.
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