Cuando mi última película en la maratón aterrizó frente a mí desde los cielos (les diría que leyeran la reseña pasada para entender este arco argumental, pero eso significaría darle más pantalla a Adam Sandler y urg... Jack and Jill), nunca sospeche que me encontraría con la peor y más repugnante película de la maratón. No, no me importa lo que diga Farfaramir: al menos Tentacolino y Manos eran graciosas por los motivos errados. Al menos Foodfight tenía un concepto que bajo las manos correctas pudo eventualmente no haber sido horrible. ¡POR LO MENOS THE AMAZING BULK TENÍA UNA RAZÓN DE SER (y un simio en un cohete)! Esto... esto no tiene explicación. No me cabe en la cabeza que esto exista. Bienvenidos a la muerte de la comedia. Bienvenidos a Movie 43.
¿Están seguro que quieren saber? ¿ESTÁN REALMENTE SEGUROS QUE QUIEREN SABER?